En sus declaraciones ante la justicia estadounidense, Ardón confesó que mató y mandó a matar a 56 personas, y aunque no incluyó en su listado a Hernández Mancía, la Secretaría de Seguridad hondureña asegura que la agente también fue una de sus víctimas.
El informe al que accedió Infobae confirmó que la muerte de Sherill Yubissa Hernández Mancía fue un homicidio y no un suicidio, como lo afirmó en su momento el Ministerio Público hondureño.
El móvil del crimen, según la investigación periodística del medio argentino, trazó como propósito detener las investigaciones en las cuales la agente de la ATIC trabajaba en 2018, que involucraban a narcotraficantes cercanos al expresidente Juan Orlando Hernández (2014-2022), ahora procesado por delitos de tráfico de drogas y armas en Estados Unidos.
El contenido del informe, cita Infobae, fue confirmado por una fuente del Gobierno hondureño y por otra fuente de inteligencia policial, y también por un diplomático estadounidense.
De acuerdo con el informe, cuando fue asesinada en junio de 2018, Hernández Mencía estaba a cargo de una investigación contra Alexander “Chande” Ardón, narcotraficante supuestamente aliado al entonces presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, hermano de “Tony”.
Ella no lo sabía.La agente de la ATIC, que estaba asignada en Santa Rosa de Copán, en el occidente de Honduras, secuestró documentos en el palacio municipal de El Paraíso, Copán, donde Ardón había fungido como alcalde entre 2006 y 2014. Sin embargo, él continuaba controlando dicha comuna a través de su hijo y otros socios.