El punto de taxis de la ruta Kennedy-Centro y viceversa, considerado el más grande de la capital, continúa cerrado este lunes a causa de la extorsión.
Uno de los casi 250 conductores de taxis que prestan servicio en esta ruta manifestó que se piensa en el cierre definitivo, por lo que, los dueños de las unidades ya mandaron a retirar el cartel de la ruta.
En ese orden, refirió que desde hoy inicia a prestar servicio como taxi directo y ya no para la icónica ruta.
Sobre el tema de la extorsión no quiso referirse, pero consintió que esta es la causa de la paralización de todas las unidades.
En el pasado los conductores de este punto de taxis denunciaron que ya no pueden pagar el delito de la extorsión, ya que al cobro se sumaron varios grupos y simplemente no pueden cubrir las distintas cuotas.
En ese sentido, es preferente incluso el cierre de la ruta a continuar en un negocio que ya no es rentable, externaron en el pasado los conductores.
Cabe señalar que la suspensión del servicio ocurre en el momento que existe un estado de excepción, precisamente para combatir el flagelo de la extorsión.
La extorsión consiste en obligar con violencia o intimidación a otra persona a realizar u omitir un acto o negocio jurídico en perjuicio de su patrimonio o del de un tercero.
En ese sentido, grupos delictivos exigen a los transportistas cobros a cambio de seguridad y dejarlos operar en las rutas ya establecidas.
El problema en la actualidad es que ya no solo un grupo cobra estas cuotas, sino que lo hacen hasta siete grupos en una misma ruta, por lo que los conductores optan por el cierre a trabajar solo para sufrir el flagelo de la extorsión.