Tegucigalpa. La Organización No Gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) informó hoy que desde agosto de 2023 hasta la fecha, se han liberado un total de 5 millones 851 mil 415 zancudos portadores de la bacteria Wolbachia en Honduras. Esta iniciativa forma parte del proyecto “Prevención de Arbovirus” de MSF, con el objetivo de combatir el dengue y otras enfermedades transmitidas por vectores.
La Wolbachia, bacteria presente naturalmente en el 60% de los insectos del planeta, se transmite de generación en generación a través del apareamiento. Aunque no es natural en el mosquito Aedes Aegypti, al tenerla en su cuerpo, este se vuelve incapaz de transmitir virus como el dengue, Zika y chikungunya.
La liberación de casi seis millones de zancudos en la zona de El Manchén busca introducir mosquitos Aedes Aegypti portadores de Wolbachia en las poblaciones existentes. De esta manera, se busca que la bacteria se transmita de generación en generación hasta abarcar toda la población de mosquitos, reduciendo así la capacidad de transmitir arbovirus.
La selección de El Manchén se basó en una alta tasa de contagio de dengue en los últimos seis años, con una incidencia de 110 casos por cada 10 mil habitantes. Análisis de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras indican que hay un 62.45% de presencia de Wolbachia en la zona, demostrando una alta efectividad.
En 2023, Honduras enfrentó una crisis de salud pública con más de 34,050 casos de dengue registrados a nivel nacional. A pesar de las campañas de prevención, las técnicas de control de vectores resultaron insuficientes, y los mosquitos desarrollaron resistencia a los métodos tradicionales.
La Wolbachia se ha utilizado como un método alternativo y replicable, demostrando su eficacia en otros países con altos niveles de dengue. MSF y la Secretaría de Salud implementaron este enfoque en agosto de 2023.
Lorena Rodríguez, supervisora de actividades comunitarias del proyecto de MSF, destacó los desafíos del proceso y la importancia de la comprensión comunitaria. La Wolbachia, al reducir la capacidad de los mosquitos para transmitir arbovirus, se presenta como una solución sostenible en la lucha contra el dengue.
Cabe mencionar que el Programa Mundial del Mosquito ha implementado liberaciones similares en 11 países, logrando reducciones de hasta el 94% en la incidencia de casos de dengue en las zonas afectadas.