Nueva York, Estados Unidos
En una jornada intensa del juicio contra el expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, un exmiembro de la Policía Nacional, identificado en la corte como “Giovanni Rodríguez”, confesó su participación en la muerte del fiscal del Ministerio Público, Orlan Chávez.
Rodríguez, también conocido como el exoficial Mario Guillermo Mejía Vargas, admitió su papel en actividades del narcotráfico y reveló detalles sorprendentes durante su testimonio.
Según sus declaraciones, estuvo involucrado en el asesinato del “Fiscal de Oro” y afirmó que contrató a personas para llevar a cabo el crimen, motivado por la investigación de su primo en actividades ilícitas.
Además, el testigo señaló que trabajó con el narcotraficante “El Rojo” y conoció a Mauricio Hernández Pineda en la academia de la Policía Nacional, alegando que ambos ofrecían protección a cargamentos de droga.
Rodríguez afirmó que en una ocasión, Hernández Pineda le mencionó que estaba respaldado por los hermanos Juan Orlando y Tony Hernández.
Las revelaciones no se detuvieron ahí. El testigo admitió haber sido capturado en 2009 por robo de 143 kilos de cocaína, pero después de cumplir condena, recuperó la libertad y regresó a la Policía Nacional. Aseguró que, una vez en libertad, participó nuevamente en actividades de narcotráfico, esta vez asociado con Alexander Ardón, entonces alcalde de El Paraíso en Copán.
Giovanni Rodríguez detalló que Ardón le indicó que Juan Orlando Hernández lo protegía y que él y Hernández Pineda utilizaron la casa de Tony Hernández para eventos, incluida una fiesta con prostitutas.
Sorprendentemente, mencionó haber encontrado una considerable suma de dinero en la casa de Tony Hernández, envuelta en bolsas de plástico, similar a la práctica de narcotraficantes.
En el contrainterrogatorio, el abogado defensor cuestionó la presencia de Tony Hernández en las fiestas organizadas por Rodríguez, a lo que este respondió negativamente. Confirmó haber trabajado para la organización “Los Cachiros” y admitió haber mentido durante su propio juicio, alegando que un amigo intervino para anular la condena posteriormente.
Estas impactantes revelaciones han generado un impacto significativo en el curso del juicio, arrojando luz sobre conexiones entre narcotráfico y figuras políticas destacadas en Honduras. El proceso judicial continúa develando detalles que podrían tener consecuencias trascendentales en el panorama político del país.