Un grupo de iglesias evangélicas se han unido en un clamor a Dios para orar que cesen los maltratos contra los privados de libertad, en el marco de la operación Fe y Esperanza.
La marcha fue apoyada por familiares de carcelarios para declarar la palabra de Dios y exigir que se ponga un alto a la violencia contra los reclusos.
Los manifestantes denunciaron que han sido amenazados si denuncian violencia de los privados de libertad. Su petición unánime es a la presidenta Xiomara Castro para que trate bien a los miles de reclusos en el país.