Un menor de cinco murió luego de ser ingresado de emergencia tras ingerir una alta dosis de sal desde que nació, con las comidas que le servía su mamá, en Scottsville, Kentucky, Estados Unidos.
El hecho ocurrió hace 3 años, sin embargo las autoridades no había comprado si había sido un accidente por parte de la madre, o fue intencional el exceso de sal en la comida del menor.
En los últimos días el jurado de New York, encontró culpable de asesinato en segundo grado a la madre, identificada como Lacey Spears.
Según un reportaje de Diario La República de Venezuela, el menor luego del fatídico bocado, presentó fiebre alta, infección en el oído, convulsiones y problemas gastrointestinales.
El menor estuvo interno durante un año, pues los médicos no podían determinar con certeza que era lo que le había ocurrido al pequeño.
A través de las investigaciones las autoridades encontraron en la casa de Lacey Spears, frascos de sal con componentes químicos que los colocó en más de una ocasión en el plato de comida de su hijo.
Todos los alimentos que estaban en la cocina fueron enviados a un laboratorio de investigación, para determinar si tenían algún tipo de veneno.
El menor murió en el hospital de dos paros cardíacos y su cerebro inflamado, procesos que lo terminaron aniquilando.
El juez del casó calificó como “insondable crueldad”, ya que envenenó a su hijo a lo largo de sus cinco años, y le decretó 30 años de cárcel por el crimen.