Nueva York, Estados Unidos
Durante su audiencia preliminar, el expresidente Juan Orlando Hernández, ha expresado la preocupación de que Colón podría estar infiltrado por la Administración de Control de Drogas (DEA). Además, Hernández denunció que su familia está recibiendo amenazas de muerte, información que no le habían comunicado los fiscales.
En sus declaraciones, el expresidente solicitó la presencia de un defensor público, argumentando que no se siente debidamente representado y expresó claramente su deseo de contar con asesoramiento legal público.
También señaló la dificultad para comunicarse con su abogado en Honduras y la necesidad de citar testigos de dicho país, solicitando una computadora portátil para facilitar este proceso.
Por otro lado, el juez Kevin Castell admitió como prueba las comunicaciones electrónicas relacionadas con cocaína que llevan el sello “TH”.
En sus decisiones, el juez mencionó que “CC-5 y CC-6 no están disponibles y no tenían ningún incentivo para mentir”. Además, se admitieron fotos del teléfono de Tony Hernández que mostraban ametralladoras, una de las cuales tenía inscrito “JOH”.