Estados Unidos – El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, presuntamente amenazó al presidente ruso, Vladimir Putin, con «atacar el centro de Moscú» en caso de que este decidiera invadir Ucrania, según revelaciones del diario The Wall Street Journal.
Aunque no se han proporcionado detalles sobre la fecha de estas declaraciones, el contenido ha suscitado un gran interés.
Trump habría relatado al periódico cómo le advirtió a Putin: «Vladimir, si vas a por Ucrania, voy a golpearte tan fuerte que ni siquiera te lo vas a creer. Voy a golpearte justo en el medio del jodido Moscú».
En una conversación que, según se informa, duró 90 minutos, el exmandatario incluso amenazó con volar las cúpulas de la Plaza Roja, indicando: «Le dije: ‘Somos amigos. No quiero hacerlo, pero no tengo alternativa’. Su respuesta fue ‘De ninguna manera’, a lo que yo respondí: ‘Sí’. Le dije: ‘Te voy a golpear tan fuerte que voy a volar esas putas cúpulas de encima de tu cabeza’».
Este diálogo se mencionó durante un encuentro en las oficinas neoyorquinas del Journal, donde Trump también abordó otros temas relacionados con la política exterior, la inmigración y sus críticas hacia el periódico.
El director de The Washington Post, Bob Woodward, incluyó fragmentos de esta conversación en su libro Guerra, citando fuentes cercanas a Trump.
Además, se ha confirmado que el expresidente ha mantenido al menos siete conversaciones con Putin desde que dejó la Casa Blanca en 2021.
En el contexto de Ucrania, Trump ha criticado abiertamente al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a quien ha descrito como un líder «comercial» que «jamás debería haber permitido que empezara la guerra». El exmandatario sostiene que, de haber permanecido en el poder, la invasión rusa no habría tenido lugar.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha instado a Trump a mantener una «higiene informativa», sin mencionarlo directamente, señalando que muchas declaraciones en Estados Unidos se hacen desde la emoción.
Peskov enfatizó que el Kremlin prefiere no hacer público el contenido de las conversaciones privadas, lamentando que algunos líderes mundiales no respeten esta práctica.