
Cada vez más hombres y también mujeres deciden someterse a un trasplante capilar para recuperar el cabello perdido.
Se trata de una intervención estética que ha ganado popularidad en los últimos años, incluso entre futbolistas y celebridades.
Sin embargo, el aumento de la demanda ha traído consigo una oferta peligrosa: clínicas sin licencia o de bajo costo que ponen en riesgo la salud de los pacientes.
El atractivo de los precios bajos en países como Turquía y España ha hecho que muchos se arriesguen a optar por un trasplante capilar low cost. Lo que en principio parece una oportunidad puede convertirse en una pesadilla cuando los resultados son desastrosos o, peor aún, cuando la salud se ve comprometida.
Riesgos médicos y estéticos
Los especialistas advierten que los implantes capilares sin garantías médicas pueden ocasionar graves complicaciones como:
- Infecciones del cuero cabelludo
- Cicatrices visibles y antiestéticas
- Sangrado excesivo
- Problemas con la anestesia
- Pelo de mala calidad o en baja densidad
- Resultados artificiales e irreparables
En casos extremos, los daños provocados en la zona donante del cabello pueden ser tan severos que incluso un segundo trasplante no lograría corregirlos.
Personal sin experiencia, un peligro invisible
Otro punto alarmante es que muchas de estas clínicas, para reducir costos, contratan personal médico con poca o nula experiencia.
Los pacientes, atraídos por la publicidad engañosa, ignoran que su cirugía será realizada por manos inexpertas.
Esto aumenta las probabilidades de obtener resultados poco naturales: líneas frontales mal diseñadas, zonas calvas mal cubiertas y cabellos implantados en direcciones incorrectas.
Qué considerar antes de someterse a un trasplante capilar
Expertos recomiendan desconfiar de cualquier clínica que ofrezca un trasplante capilar por menos de 5,000 euros en España.
Según profesionales, un precio demasiado bajo suele esconder engaños en el número de folículos, en la técnica empleada o en la preparación del equipo médico.
Antes de decidirse, los pacientes deben investigar a fondo:
- ¿Cuenta la clínica con licencias y certificados internacionales?
- ¿Cuál es la experiencia real de sus médicos?
- ¿Existen testimonios verificables de otros pacientes?
- ¿Qué protocolos y garantías ofrece antes, durante y después del procedimiento?
La conclusión es clara: cuando se trata de salud, lo barato puede salir caro. Ahorrar unos euros puede terminar costando cicatrices permanentes y problemas médicos de por vida.