Texas, Estados Unidos – El gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó a los hospitales públicos del estado a recolectar información detallada sobre los costos asociados con la atención médica de migrantes sin estatus legal en Estados Unidos.
Abbott, conocido por su postura ultraconservadora, exige que los centros de salud produzcan informes que incluyan datos sobre “el número de pacientes sin un estatus migratorio que son hospitalizados y atendidos en visitas de emergencia” y “el costo de los servicios que se les entregan”.
Estos informes deben ser presentados en marzo del próximo año.
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El objetivo de esta medida es que el estado de Texas pueda buscar un “reembolso” por parte del Gobierno federal de Joe Biden por los gastos incurridos en el cuidado médico de migrantes indocumentados.
Abbott expresó en un comunicado: “Haremos que el Gobierno Biden-Harris se haga responsable por las consecuencias de sus políticas de fronteras abiertas”.
Sin embargo, la implementación de esta directriz es incierta, ya que el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Texas señala que los profesionales de la salud no deben preguntar a los pacientes sobre su estatus migratorio.
La orden ejecutiva también aclara que los pacientes deben ser informados de que responder a preguntas sobre su estatus migratorio “no afectará el cuidado” que reciban.
Abbott ha sido un crítico ferviente del Gobierno de Biden, acusándolo de crear una “crisis” en la frontera sur.
Entre las medidas que ha tomado para enfrentar la situación, se incluye la instalación de concertinas a lo largo de la frontera y el despliegue de la Guardia Nacional en la zona.
Por otro lado, la administración de Biden ha implementado políticas restrictivas para controlar la migración, lo que ha llevado a una significativa disminución de detenciones en la frontera con México, alcanzando en julio la cifra más baja en más de tres años.