Tegucigalpa, Honduras. La incertidumbre crece entre los familiares de Mario Enrique Medina Vásquez y Christopher López, los dos jóvenes técnicos de cable desaparecidos desde el pasado martes 1 de julio en la colonia El Pedregal de Comayagüela.
Ante el silencio de sus captores, la familia teme que se trate de un secuestro y ha expresado públicamente su disposición a pagar por su liberación.
“Estamos dispuestos, si lo tienen, cualquier cosa. Él tiene tiempo de trabajar instalando cable. Solo queremos que regrese con vida”, dijo con desesperación un familiar de Mario Enrique, quien se sumó a los múltiples llamados a las autoridades para intensificar la búsqueda.
Los jóvenes desaparecieron mientras realizaban una instalación de cableado para una empresa privada en El Pedregal. Testigos informaron que sujetos desconocidos los interceptaron en plena faena, los obligaron a abordar otro vehículo y desde entonces no se sabe nada de ellos.
Búsqueda intensiva en marcha
El vehículo en el que se movilizaban fue hallado abandonado el jueves por la tarde en la colonia Miraflores de Tegucigalpa. Esto permitió a la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) delimitar nuevas zonas de rastreo.
Agentes de la DPI realizaron una inspección técnica del automóvil y están analizando evidencias que podrían ayudar a ubicar el paradero de los jóvenes.
La operación de búsqueda también cuenta con el apoyo de unidades especiales del Ejército, que desde el viernes realizan patrullajes y allanamientos en distintos sectores de El Pedregal y sus alrededores.
Silencio que preocupa
Hasta este sábado no se ha recibido ninguna llamada de rescate ni comunicación que confirme oficialmente un secuestro, sin embargo, el prolongado silencio de los presuntos captores aumenta el temor entre los allegados.
“No pedimos otra cosa que saber que están vivos. Si es un secuestro, que se comuniquen. Nosotros vamos a hacer lo necesario para traerlos de vuelta”, afirmó otro familiar.
