Según relató la abuela del menor, de quien no reveló el nombre, el hecho se dio cuando el menor estaba donde un vecino y se puso a jugar con el perro; minutos más tarde lo empezó a morder.
En el testimonio, la abuela dijo que el menor entró en pánico y empezó a gritar pidiendo ayuda y la mascota continuó mordiéndolo.
Los dueños del perro lo alejaron del menor, según cuenta la señora, sino hubieran intervenido el niño probablemente habría muerto.
El niño fue trasladado de emergencia a la Cruz Roja de la entrada de Copán, ya que tenía mordeduras un su espalda y brazos.
De milagro el menor logró sobrevivir, pero sufrió un desgarre y laceraciones.