Washington, EEUU
Estados Unidos ha instado a Israel a mostrar contención en respuesta a la reciente ola de ataques lanzados por Irán, con el objetivo de evitar una escalada del conflicto en Oriente Medio. El histórico ataque de Irán, que incluyó drones, misiles balísticos y misiles de crucero, ha despertado preocupaciones sobre una posible represalia israelí que podría desencadenar un conflicto más amplio en la región.
El presidente estadounidense, Joe Biden, se reunió este domingo con los líderes del G7 en una cumbre virtual, donde se discutieron posibles medidas diplomáticas para abordar la situación. Aunque no se llegó a un acuerdo concreto, se debatió la posibilidad de imponer nuevas sanciones a Irán o designar a la Guardia Revolucionaria iraní como grupo terrorista.
En una conversación telefónica con el rey Abdalá II de Jordania, Biden discutió las posibles consecuencias de una respuesta israelí y expresó su preocupación por cualquier medida que pueda ampliar el conflicto en la región.
El Gobierno de Biden ha mantenido un tono conciliador con Israel, instándolo a considerar cuidadosamente los riesgos de una escalada y reconociendo su capacidad para defenderse contra los ataques iraníes. Sin embargo, Estados Unidos ha dejado claro que no participará en ninguna represalia israelí contra Irán.
Los ataques de Irán, que fueron interceptados en su mayoría por las defensas aéreas de Israel y sus aliados, no causaron víctimas mortales, pero sí provocaron heridas graves a una niña de siete años y daños menores en una base de la Fuerza Aérea israelí.
Irán ha afirmado que la ofensiva fue una represalia por un ataque contra su consulado en Damasco el 1 de abril, que atribuye a Israel. Aunque Irán ha dado por concluida su ofensiva, ha advertido que contraatacará si Israel responde.
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