Aunque estamos acostumbrados a escuchar de adopciones de niños, quizás el termino empleado nos suene extraño cuando se relaciona con un abuelito.
Sin embargo se está volviendo sonado debido a la cantidad de ancianos a los que sus familiares dejan en el completo abandono.
Como en el caso de don Felipe Reyes, un adulto mayor de 108 años que durante su juventud tuvo tres esposas.
Fruto de esos matrimonios, don Reyes tiene 11 hijos, de los cuales ninguno quiso tenderle una mano en su vejez, por lo que ahora está en situación de calle.
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Pero en la vida existen todo tipo de personas, no solo familiares desalmados, sino también personas como Benita Díaz, quien adoptó al anciano.
La vivienda del abuelito
La mujer contó en sus redes sociales como un día se encontró al anciano caminando con su bolsa llena de botellas plásticas (ya que el las recoge para venderlas y de eso se mantenía).
Ver aquella escena bajo el sol ardiente, con su camino pausado por la edad y cargando aquellas botellas, conmovió el corazón de Benita que iba en su automovil.
Ella se apresuró a ofrecerle un aventón, entonces el señor aceptó.
Durante su recorrido comenzó a contarle su historia y como hoy no tenía a nadie a su lado, al llegar a un parquecito el señor le dijo:
“Ya llegamos a mi casa, ¿Verdad que es grande? eran solo las plantas y una palmera grande, debajo de la cual don Felipe se resguardaba.
Al ver aquel panorama, la mujer decidió dejarle algo de dinero y el señor la bendijo.
Aquellas palabras tocaron profundamente a la mujer que no pudo encontrar paz después de dejarlo ahí.
De manera que en la noche, volvió para buscar al anciano, al que le ofreció esta vez no solo algo de dinero, sino un hogar permanente.
Lo llevó a su casa y ahora don Felipe Reyes es parte de una gran familia que lo adoptó y lo quieren como si compartieran la misma sangre.