Nueva York, Estados Unidos –Desde la cárcel en Nueva York, el exmandatario de Honduras, Juan Orlando Hernández, ha vuelto a manifestarse públicamente a través de una carta donde reflexiona sobre su situación judicial y la reciente abolición del tratado de extradición en su país.
El mensaje fue difundido por su esposa, la exprimera dama Ana García de Hernández, en el cual el exgobernante describe su situación como una “injusticia”.
“Cuando supe que el Gobierno de Honduras había eliminado la extradición, el sentimiento de injusticia volvió a pesar sobre mí”, comenzó Hernández en su carta, argumentando que su detención y proceso judicial son el resultado de haber combatido el crimen organizado y protegido a los hondureños. Según él, la decisión de eliminar la extradición fue un golpe a todos los esfuerzos que se realizaron durante su gobierno.
“Con solo un mensaje en redes, destruyeron una herramienta que transformó nuestra lucha contra el crimen organizado”, añadió, señalando que la extradición fue un factor clave en el combate al narcotráfico en Honduras.
Hernández rememoró la aprobación de la extradición en 2012, la cual califica como un “acto de valentía política” que ayudó a cambiar el panorama de seguridad en el país.
Afirmó que desde 2014, con esta medida, se extraditaron a importantes narcotraficantes, mientras que otros se entregaron voluntariamente.
En la carta, también señaló que varios congresistas y funcionarios de Estados Unidos han expresado su desacuerdo con la eliminación de la extradición, lo que, según Hernández, confirma la relevancia de esta política en la lucha contra el crimen organizado.
“Es irónico cómo durante mi juicio minimizaron la importancia de la extradición, pero ahora que la han eliminado, todos parecen recordar su valor”, afirmó.
Además, mencionó un video supuestamente grabado por el narcotraficante Devis Leonel Rivera Maradiaga en 2013, en el que se habla de cómo las políticas de su gobierno afectaron a los criminales.
Según Hernández, este video es prueba de que nunca fue aliado de los narcotraficantes, insinuando que el partido gobernante se benefició de su derrota.
Finalmente, el exmandatario instó tanto a los hondureños como a los estadounidenses a investigar más a fondo su caso.
“El tiempo demostrará mi inocencia. Soy víctima de una injusticia, pero confío en que la verdad saldrá a la luz”, concluyó Hernández.