La comunidad de hondureños en Estados Unidos ha comenzado a protagonizar este domingo un elemento clave del proceso electoral: filas largas y una notable movilización en los centros de votación habilitados en 12 ciudades del país norteamericano.
El padrón electoral oficial, divulgado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), incluye a 6,522,577 votantes habilitados, de los cuales cerca de 496,307 residen en el extranjero. De ese grupo, 399,537 hondureños en EE. UU. podrán emitir su voto en 15 Juntas Receptoras de Votos (JRV) distribuidas en ciudades como Los Ángeles, Houston, Miami, Dallas, Nueva York y Washington, entre otras.
Desde temprano, los consulados y centros habilitados reportan una significativa afluencia de electores. Muchos llegaron con antelación antes de que abrieran las urnas. En medio de un contexto electoral tenso y una fuerte expectativa ciudadana, los hondureños en el exterior dejan claro que desean ser parte del rumbo de su país.
Para los migrantes, esta posibilidad representa una oportunidad histórica. En pasadas elecciones, la participación desde el extranjero fue limitada; sin embargo, en 2025 el CNE reforzó la logística, instalando centros en zonas de alta concentración migrante y enviando material electoral con GPS desde EE. UU. hasta los consulados.
El proceso exige que los votantes presenten su Documento Nacional de Identificación (DNI), inscrito en el padrón electoral, requisito indispensable incluso cuando se reside fuera del país.
Analistas y responsables electorales coinciden en que la participación del voto exterior podría inclinar la balanza en esta contienda, en especial en municipios del norte de Honduras, donde muchas familias tienen familiares migrantes.
Las autoridades han recomendado a los electores llegar temprano, debido a la alta demanda, y han asegurado que la logística está lista para garantizar un proceso ordenado y seguro.
Para muchos hondureños en Estados Unidos, este domingo marca una jornada histórica no solo por ser parte de la democracia, sino también por manifestar su vínculo con su tierra natal a través de su voto, con la esperanza de incidir en el futuro político del país.
