El Kimball, un guardacostas estadounidense en una patrulla de rutina, avistó buques de la Armada China dentro de la Zona Económica Exclusiva de Estados Unidos, en el Mar de Bering.
Estos barcos, aunque en aguas internacionales, se encontraban a aproximadamente 200 millas náuticas de la costa de Estados Unidos.
Lo que aún los sitúa dentro de la zona marítima que reconoce los intereses económicos estadounidenses.
La Guardia Costera informó que el avistamiento incluyó tres buques a 200 kilómetros (124 millas) al norte del paso de Amchitka, un estrecho en las Islas Aleutianas.
En un comunicado, se mencionó que “El Kimball patrulló bajo la Operación Frontier Sentinel, una operación diseñada para enfrentar a competidores estratégicos en aguas cercanas a Estados Unidos”.
Además, se destacó que un avión de la Guardia Costera, estacionado en la isla Kodiak, identificó otro buque chino a 135 kilómetros (84 millas).
“La presencia naval china operó de acuerdo con reglas y normas internacionales”, aseguró la contraalmirante Megan Dean, comandante del decimoséptimo distrito de la Guardia Costera.
Dean añadió que “Nos enfrentamos a presencia para garantizar que no hubiera interrupciones en los intereses estadounidenses en el entorno marítimo alrededor de Alaska”.
El comunicado también mencionó que los barcos chinos justificaron su presencia alegando que su misión era la “libertad de operaciones de navegación”.
El Kimball continuó monitoreando los movimientos de los barcos chinos hasta que estos se dirigieron hacia el sur, en dirección al Océano Pacífico Norte.
Es relevante mencionar que en años anteriores, ya habían detectado la presencia de buques militares chinos en el Mar de Bering.
Específicamente en 2021 y 2022, según notificó la Guardia Costera en su comunicado más reciente.
A pesar del detallado informe de la Guardia Costera, China aún no ha comentado públicamente sobre la reciente declaración.