Tegucigalpa, Honduras – El Gobierno de Honduras, liderado por la presidenta Xiomara Castro, ha aprobado las revisiones I y II del Programa Económico con el Fondo Monetario Internacional (FMI), reforzando su compromiso con un plan que estará vigente hasta septiembre de 2026.
Este programa está diseñado para garantizar la estabilidad macroeconómica, fomentar la inversión productiva y social, luchar contra la corrupción en los sectores público y privado, y erradicar la pobreza.
Como resultado de estas revisiones, Honduras recibirá más de 200 millones de dólares en desembolsos del FMI, los cuales se suman a otros fondos provenientes de organismos multilaterales, como el Banco Mundial.
Según Ricardo Llaudes, jefe de misión del FMI, a pesar de los desafíos globales y del impacto del fenómeno climático El Niño, la economía de Honduras ha mostrado resiliencia, con un crecimiento proyectado cercano al 4% y una inflación que se ha estabilizado entre el 4.5% y 5%.
Sin embargo, las reservas internacionales han disminuido debido a factores como la sequía del primer semestre, que afectó las exportaciones agrícolas y aumentó la demanda de importaciones energéticas, así como menores desembolsos multilaterales de lo esperado.
El programa también respalda la transparencia fiscal, la sostenibilidad de la deuda y la racionalización de exoneraciones fiscales.
A través del decreto 66-2022, el gobierno eliminó la mayoría de los fideicomisos que administraban impuestos en la banca privada, devolviendo estos recursos a la Caja Única del Tesoro para una gestión más transparente y auditable.
Además, apoya la Ley de Justicia Tributaria, actualmente en discusión en el Congreso, cuyo objetivo es eliminar exoneraciones fiscales abusivas que favorecen a grupos privilegiados y fortalecen las finanzas públicas.
Otro aspecto clave del programa es la ambiciosa inversión pública, con un presupuesto previsto de L97,650.1 millones para 2025.
Entre los proyectos más destacados se encuentran la construcción de carreteras y hospitales, créditos para el sector agrícola, subsidios en energía y combustibles, y transferencias monetarias para los sectores más vulnerables.
La Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) también se encuentra en proceso de una reforma estructural, con ahorros estimados en 30,000 millones de lempiras gracias a la renegociación de contratos lesivos.
Asimismo, se han realizado inversiones significativas en la red de transmisión y la construcción de la represa El Tablón con fondos del BCIE.
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Los subsidios energéticos, que benefician a 900,000 familias, así como el control de precios del combustible, han sido fundamentales para mitigar el impacto de la inflación en los hogares más pobres.
En el ámbito monetario, el gobierno ha logrado mantener la estabilidad cambiaria y reservas internacionales suficientes para cubrir cuatro meses de importaciones, evitando devaluaciones bruscas que puedan afectar el poder adquisitivo de las familias.
El ministro de Finanzas, Christian Duarte, resaltó que el respaldo del FMI brinda confianza a los mercados internacionales, atrayendo inversiones necesarias para consolidar la estabilidad económica y continuar el proceso de refundación del país.