Tegucigalpa, Honduras – El expresidente hondureño Porfirio Lobo Sosa, anunció este miércoles que su hijo, Fabio Lobo, será liberado en los próximos días.
Según Lobo, la liberación de su hijo surge luego de su participación como testigo en el juicio contra el también exmandatario Juan Orlando Hernández.
Hernández fue condenado a 45 años de prisión por delitos relacionados con el narcotráfico.
Fabio Lobo fue sentenciado en 2017 a 24 años de cárcel tras ser capturado en Haití por la DEA (Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos).
Durante el juicio de Hernández, llevado a cabo en febrero pasado, Fabio testificó que tanto su padre como el expresidente hondureño recibieron sobornos de organizaciones narcotraficantes, en particular del cartel de “Los Cachiros”.
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Este miércoles, Porfirio Lobo reveló en declaraciones a la prensa que su hijo podría ser liberado en breve: “Me dicen que como mi hijo Fabio Lobo declaró en el juicio de Juan Orlando que yo le había prometido a Los Cachiros darles seguridad… es mentira, pero le va a beneficiar porque dicen que en 10 días va a salir”, comentó el exmandatario.
Asimismo, Lobo aclaró que fue informado de esta situación por la exesposa de Fabio y agregó que su liberación podría darse en “15 días o un mes”.
Además de la posible liberación, Fabio Lobo, de 52 años, también recibiría residencia en los Estados Unidos, según comentó su padre.
Fabio Lobo fue arrestado en mayo de 2015 en una operación encubierta de la DEA en Haití, y desde entonces ha permanecido encarcelado en Nueva York, donde se declaró culpable de colaborar con el narcotráfico.
Implicaciones de la liberación de Fabio Lobo
La noticia sobre la inminente liberación de Fabio Lobo ha generado gran interés debido a su conexión con el juicio contra Juan Orlando Hernández, un caso que sacudió a la política hondureña y evidenció los vínculos de altos funcionarios con el narcotráfico.
Las declaraciones de Porfirio Lobo podrían reavivar el debate sobre la corrupción y el tráfico de influencias en Honduras.
El caso de Fabio Lobo y su testimonio en el juicio contra Hernández fueron fundamentales para la condena del exmandatario, quien enfrenta múltiples cargos relacionados con el narcotráfico y la aceptación de sobornos de carteles internacionales.
La liberación de Fabio podría interpretarse como un gesto de cooperación por su colaboración en dicho proceso judicial.
