Admirados están los científicos al descubrir restos de un planeta que chocó con la Tierra hace millones de años y ayudó a la formación de la Luna, nuestro satélite natural.
Según los expertos, la teoría del impacto gigante está a punto de ser confirmada por las características fundamentales de la Luna y de la Tierra.
Aunque los investigadores aseguran que existen restos del planeta que chocó con la Tierra, existe un misterio sobre Theia; porque no hay pruebas evidentes o directas.
“No se han encontrado restos del planeta en el sistema solar. Y muchos científicos suponían que cualquier resto que Theia hubiera dejado en la Tierra se había mezclado en la caldera ardiente del interior de nuestro planeta”, se dijo sobre el estudio.
Los científicos señalan que los restos del antiguo planeta que chocó con la Tierra permanecen parcialmente intactos, enterrados bajo nuestros pies.
“Las placas fundidas de Theia podrían haberse incrustado en el manto de la Tierra tras el impacto antes de solidificarse, dejando porciones del material del antiguo planeta descansando sobre el núcleo de la Tierra a unos 2.900 kilómetros bajo la superficie”.
Encuentran restos de un planeta que chocó con la Tierra y aportó para la formación de la Luna Admirados están los científicos al descubrir restos de un planeta que chocó con la Tierra hace millones de años y ayudó a la formación de la Luna, nuestro satélite natural.
Según los expertos, la teoría del impacto gigante está a punto de ser confirmada por las características fundamentales de la Luna y de la Tierra.
Aunque los investigadores aseguran que existen restos del planeta que chocó con la Tierra, existe un misterio sobre Theia; porque no hay pruebas evidentes o directas.
“No se han encontrado restos del planeta en el sistema solar. Y muchos científicos suponían que cualquier resto que Theia hubiera dejado en la Tierra se había mezclado en la caldera ardiente del interior de nuestro planeta”, se dijo sobre el estudio.
Los científicos señalan que los restos del antiguo planeta que chocó con la Tierra permanecen parcialmente intactos, enterrados bajo nuestros pies.
“Las placas fundidas de Theia podrían haberse incrustado en el manto de la Tierra tras el impacto antes de solidificarse, dejando porciones del material del antiguo planeta descansando sobre el núcleo de la Tierra a unos 2.900 kilómetros bajo la superficie”.