Jacobo, un saludo frío y lluvioso desde Madrid. Prepárate que hoy vamos a analizar un tema candente y delicado: Ucrania y el aumento, muy significativo, de la ayuda militar norteamericana, en su lucha contra el invasor ruso.
Estados Unidos ha decidido dar un paso decisivo en la ayuda militar al gobierno de Kiev, aunque corra el riesgo que Moscú amenace con represalias. El presidente Joe Biden tiene que dar su consentimiento a la entrega a Ucrania (mediante un tercer país, tal vez Alemania, para guardar las formas) de los Patriots, los misiles defensivos tierra-aire más sofisticados y modernos de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Kiev los va a usar, mediante un entrenamiento previo, para defenderse de los drones iraníes y misiles crucero que Rusia está usando para destruir, casi en un 80 por ciento, la red eléctrica de Ucrania, un país asediado que está ahora a oscuras y en pleno invierno.
JG: Ya van cerca de 10 meses desde que Rusia invadió a Ucrania, creyendo que en menos de 24 horas, el presidente Vladimir Zelensky y su familia saldrían huyendo y se fueran a refugiar a otro país (Estados Unidos hasta les ofreció un avión para sacarlos del país). Pero el líder ucraniano agradeció el gesto pero más bien le pidió a Joe Biden que en vez de mandarle un avión, mejor que les envíe armas para poder defenderse de los invasores. Biden y otros líderes de la OTAN desde entonces han venido ayudando militar y económicamente a Ucrania pese a que Rusia amenaza usar armas nucleares y si las usa se meterá en graves problemas de fuertes represalias.
Jacobo, pienso que la guerra de Ucrania entrará a una nueva y decisiva fase si ese moderno sistema defensivo de misiles Patriot llega a manos ucranianas porque inutilizaría los ataques aéreos rusos, incluyendo los drones y los misiles crucero. No me extraña por lo tanto que Moscú amenace ahora a Washington con represalias “inimaginables”, es decir nucleares de corto alcance. Hasta ahora, el gobierno americano se había negado a suministrarlos a Ucrania, precisamente para no provocar a Rusia. ¿Por qué crees que ha cambiado ahora de opinión? ¿Será porque el 1 de enero los republicanos controlarán la Cámara de Representantes y podrían oponerse a gastar de dos a tres millones dólares por cada cohete Patriot?
JG: Por lo menos, Joe Biden logró que el Congreso le aprobara más de mil millones de dólares para gastos de defensa y dentro de ese paquete, se le dio el visto bueno a más de 800 millones de dólares para Ucrania, agregando fondos a los miles de dólares que la Administración Biden ha estado enviando al presidente Zelensky, que por cierto la revista “Time” lo honró nombrándolo “La Persona del Año 2022”.
Hablemos más de los Patriot, no es tan fácil usarlos. El gobierno ucraniano tendría que enviar a una base norteamericana en Alemania a unos 80 soldados-técnicos para ser adiestrados durante dos a tres meses. Una batería de Patriot consta de cinco vehículos: un camión lanzadera, la estación de control, la antena móvil, el radar y la planta de energía eléctrica.
No cabe duda que todo eso cuesta enormes sumas de dinero pero Estados Unidos y sus principales aliados saben bien que no pueden darse el lujo de que el presidente Putin se salga con la suya. Es notable ver como países de la OTAN siguen apoyando al gobierno y pueblo ucraniano, Por otra parte Putin está aumentando e intensificado el número de ataques aéreos que sigue lanzando diariamente contra la población civil.
No hay que olvidar también que Eslovaquia se ha ofrecido de darle a Ucrania unos ocho a diez aviones cazas soviéticos Mig- 29, que le ayudaría a Kiev a mejor defenderse de los ataques aéreos rusos que están destruyendo, desde hace unas tres semanas, las infraestructuras eléctricas del país. La aviación rusa ha perdido, hasta ahora, 67 aviones de combate y 72 helicópteros.
Esas cifras demuestran que el poderío militar de Rusia ha venido disminuyendo mientras que el ucraniano está aumentado y lo más importante es que los soldados rusos están desmoralizados mientras que las tropas ucranianas están llenas de patriotismo y de orgullo patrio en su notable afán de defender a sus familias y a los habitantes de su país natal.
La prensa alemana informa que el líder ruso, Vladimir Putin, tiene ya la determinación de terminar esa guerra en el 2023, con una masiva invasión desde el país vecino de Bielorrusia para apoderarse de la capital Kiev y detener a Zelensky, cosa muy difícil y que no pudo lograr en marzo de este año.
Veremos si Rusia lleva a cabo ese plan y si será capaz de doblegar al ejército ucraniano, algo que no le sería cosa fácil de lograr ese objetivo.
Jacobo, circula en España otra versión difícil de creer, pero no descabellada. Según esta, Putin está planeando, si fracasa la invasión a Ucrania y lo derrocan, refugiarse en Venezuela. Y esa operación se llama “Arca de Noé” y fue revelada por Abbas Gallyamov, ex redactor de los discursos de Putin desde 2008 a 2010 y ahora en el exilio. El líder venezolano Nicolás Maduro le debe mucho a Putin. ¿Qué piensas de esta versión?.
En primer lugar, falta por ver si Putin es sacado del poder, algo que no será tan fácil de ocurrir. En caso de verse obligado a salir del país, seguramente buscaría una nación donde pueda sentirse protegido. Irán podría ser uno de ellos, pero sería donde él quisiera ir y donde le tendrían que aceptar. En todo caso, no será el primer dictador en tener que irse a buscar refugio, como ocurrió con el nicaragüense Anastasio Somoza, que fue a dar a Paraguay, donde se sentía seguro, pero donde terminó siendo asesinado. En fin, difícil será decir que pasará con Putin y seguir mandando a la fuerza, como lo ha venido haciendo casi 23 años, como presidente o Primer Ministro.
Con 58 años de periodismo activo en radio, televisión y en la prensa escrita, desde 1980 ha sido corresponsal de la CNN EN ESPAÑOL, el diario LA TRIBUNA, RADIO HRN Y RADIO AMÉRICA de HONDURAS en Washington, en la Casa Blanca y en todo Estados Unidos. Sigue colaborando con LA TRIBUNA, RADIO AMÉRICA, CNN en ESPANOL, la Z92 de Miami, y numerosas emisoras de radio de Estados Unidos y de América Latina.
Fue corresponsal de la Agencia española de Noticias EFE en Londres, Washington, Belfast, Praga, Nueva York, Houston, Panamá, Islas Malvinas, Tegucigalpa, Santiago de Cuba y Miami durante 40 años. Y subdirector para Internacional en la central de la Agencia EFE en Madrid y director desde Miami, de su servicio en inglés, con sedes también en Manila y Madrid.