Puerto Príncipe, Haití
En medio de una creciente espiral de violencia, el personal diplomático de Estados Unidos y la Unión Europea ha iniciado la evacuación de Haití, dejando atrás una situación humanitaria cada vez más precaria. La capital, Puerto Príncipe, se encuentra asediada por pandillas armadas, con hospitales bajo ataque, escasez de alimentos y bloqueo de infraestructuras.
El Departamento de Estado de EE.UU. justificó la evacuación debido al aumento de la violencia en las proximidades de su embajada y el aeropuerto. Operaciones militares estadounidenses se llevaron a cabo para reforzar la seguridad de la Embajada en Puerto Príncipe.
En sintonía con esta medida, el embajador de Alemania y otros diplomáticos europeos abandonaron la capital haitiana debido a la “muy tensa situación de seguridad”, dirigiéndose hacia la República Dominicana.
La alianza de naciones del Caribe convocó a una reunión para abordar la violencia y la asistencia a Haití. Mientras tanto, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ofreció su apoyo para “arreglar” la crisis de inseguridad, solicitando el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU.
La población de Puerto Príncipe se encuentra confinada, enfrentando una realidad desgarradora con cuerpos en las calles y grupos armados rodeando la ciudad. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reporta un aumento del 15% en la cantidad de personas desplazadas, alcanzando las 362,000, más de la mitad de ellas niños.
La situación de salud se agrava con ataques a hospitales y la evacuación forzada de personal sanitario. La oenegé Mercy Corps advierte sobre el riesgo de hambruna con el cierre del aeropuerto internacional, bloqueando el flujo de ayuda vital para el país más pobre de América.
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