Nueva York, EEUU
En el segundo día del juicio por narcotráfico contra el expresidente hondureño Juan Orlando Hernández (JOH), la defensa comenzó a presentar sus argumentos, destacando la acusación de narcotraficantes como fuente poco confiable.
Renato Stabile, uno de los abogados de JOH, inició su intervención citando a William Shakespeare: “El infierno está vacío. Y todos los demonios están aquí”. Stabile desacreditó a los testigos, calificándolos como “personas depravadas y psicópatas” responsables de numerosos asesinatos.
“Cuando el gobierno les pida que declaren culpable a este hombre, recuerden que se basa en el testimonio de asesinos”, advirtió Stabile. El abogado continuó delineando la biografía de JOH, destacando sus esfuerzos para combatir el narcotráfico durante su presidencia.
Bajo el mandato de Hernández, la defensa sostiene que se redujo la tasa de homicidios en un 50%, y el tráfico de drogas disminuyó en un 80%. Stabile afirmó que JOH cooperó con Estados Unidos, extraditando a traficantes y trabajando estrechamente con agencias estadounidenses.
El defensor mencionó planes de asesinato contra JOH y su papel en la aprobación de proyectos de ley y reformas policiales. Argumentó que las acusaciones de narcotráfico provienen de aquellos a quienes Hernández intentó desmantelar, subrayando la violencia en Honduras durante su mandato.
Stabile cuestionó la falta de pruebas concretas, como grabaciones, videos o registros bancarios que respalden las acusaciones. Señaló que la defensa presentará testigos que revelarán la falta de credibilidad de los acusadores y desafiarán la autenticidad de ciertas pruebas, como una ametralladora con el nombre de JOH.
El abogado advirtió al jurado sobre la falta de evidencia directa que vincule a JOH con sobornos o actividades ilegales. Calificó a los testigos como delincuentes en busca de sentencias reducidas y destacó la ausencia de pruebas más allá de duda razonable.
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