Nueva York, Estados Unidos
La congresista Norma Torres, representante en la Cámara de Estados Unidos, expresó de manera contundente su opinión sobre el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, al afirmar que este “facilitó un narcoestado, y hoy paga el precio”.
Las declaraciones de Torres llegan en el inicio del juicio que enfrenta el expresidente Hernández.
Juan Orlando Hernández fue alguna vez promocionado por las autoridades estadounidenses como un aliado clave en la guerra contra las drogas. Ahora, los fiscales federales dicen que el líder político dirigió su nación centroamericana como un “narcoestado”, recaudando millones de dólares de cárteles violentos para impulsar su ascenso al poder.
Casi dos años después de su arresto y extradición a Estados Unidos, Hernández fue juzgado el martes en un tribunal federal de Manhattan por cargos de tráfico de drogas y armas. Se eligió un jurado y se programaron declaraciones de apertura para el miércoles en un juicio que el juez P. Kevin Castel proyectó que duraría dos o tres semanas.
Es una asombrosa caída en desgracia para un líder político considerado durante mucho tiempo (tanto por las administraciones demócratas como republicanas) como beneficioso para los intereses estadounidenses en la región, incluida la lucha contra el tráfico ilegal de drogas y la ayuda a frenar las oleadas de inmigrantes que cruzan la frontera sur de Estados Unidos.
El hecho de que Hernández esté siendo juzgado en Estados Unidos y no en su país natal subraya la debilidad institucional de Honduras, dice Raúl Pineda Alvarado, analista político hondureño y ex congresista del Partido Nacional de Hernández durante tres mandatos.