La creciente violencia en el país también llegó a los alrededores del Hospital Escuela, donde familiares de los pacientes permanecen a la espera de ser llamados por los médicos para poder atender las necesidades de sus parientes.
Sin embargo, la delincuencia no conoce límites, menos alteridad con los más desprotegidos de la sociedad.
Uno de los familiares de un paciente, señaló a periodistas que fue testigo de un asalto a otra persona mientras esperaba noticias de su pariente enfermo.
Le quitaron 400 lempiras que tenía para medicamentos, narró al tiempo que clamó por mayor seguridad.
Señaló que en el lugar existen guardias de seguridad privada, pero solo protegen del portón hacía adentro, lo que sucede en la calle donde aguardan no es asunto de ellos.
Otra familiar narró que mientras esperaba en la noche ha escuchado tiros, una técnica de intimidación de los malhechores.
Al igual que su antecesor solicitó se incremente la seguridad pública en los alrededores del denominado principal centro asistencial médico del país.
“A una doñita le robaron el celular”, compartió al tiempo que lamentó la creciente violencia.
Varios familiares de pacientes se unieron a la petición dirigida a la Policía Nacional para incrementar su presencia en la zona.