La historia la narró el Julio Cesar Tróchez, quien reside en España y ayuda a la comunidad catracha en ese país. Según lo que explicó, la joven, cuya identidad no reveló, se fue para el país europeo y la persona que le ayudó a llegar trató de prostituirla.
Desesperada por la situación, la hondureña consiguió un empleo de cuidar a una señora, a la que sus dos hijas y un hijo le pagaban los gastos. La joven contó que las hijas de la anciana habían puesto cámaras de seguridad porque sólo en el mes de febrero había tenido varias cuidadoras.
“La yaya (abuela) delante de ellas se hacía la enferma y la que no podía hacer nada. La yaya se hacía la enferma para que le llevaran chicas y ella llamaba al hijo para que llegara al piso y abusara de ellas”, contó la amiga de la joven hondureña.
De acuerdo con lo que contó la mujer, las hijas de la señora descubrieron sus intenciones gracias a las cámaras de seguridad y evitaron que hiciera lo mismo con la hondureña.
Inmediatamente llegaron a recoger a la joven y la enviaron a su casa. Ahora ella está sin empleo y tiene temor de volver a caer en una situación similar.
“Ella está con temor a buscar trabajo y la chica que a trajo está exigiendo que le pague el dinero por haberla ayudado… le dijo que se fuera para la calle solo porque no aceptó irse a acostar con un hombre”, señaló.