San Pedro Sula, Honduras – El presidente del Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal de Honduras (CCEPL), Roberto Contreras, se desligó este lunes de los conflictos, retrasos y tensiones que rodean el funcionamiento del Consejo Nacional Electoral (CNE), y responsabilizó directamente a figuras clave de la conducción política y electoral del liberalismo por la crisis que atraviesa el partido.
Contreras señaló a Tomás Lozano, Salvador Nasralla e Iroshka Elvir como los responsables de las decisiones estratégicas y operativas que, según afirmó, han llevado al Partido Liberal a un escenario de desorden interno, debilitamiento estructural y pérdida de control en momentos decisivos del proceso electoral.
“Soy un presidente de papel”, admite Contreras
El dirigente liberal aseguró que su rol al frente del CCEPL es prácticamente simbólico, al denunciar la existencia de una doble dirigencia dentro del partido.
Según explicó, mientras él ostenta la presidencia formal, otro grupo toma las decisiones de fondo, maneja la estructura y emite comunicados oficiales sin consultarlo.
“Soy un presidente de papel. Hay otro central que dirigen Alan Ramos, Maribel Espinoza y la abogada Iroshka Elvir”, expresó Contreras, al afirmar que ese bloque controla el rumbo del partido sin siquiera convocar al presidente electo del organismo.
Intento fallido por agilizar el escrutinio
Contreras relató que, durante la madrugada del día anterior, existía una creciente preocupación por el lento avance del conteo de votos en el escrutinio especial, lo que motivó la intención de presentar una moción para acelerar el proceso y remover a personas que según dijo estaban incurriendo en prácticas dilatorias.
No obstante, aseguró que la propuesta fue rechazada, profundizando la sensación de desorden y falta de control dentro del órgano electoral y de la estructura partidaria liberal.
“No me hago responsable de los enredos en Tegucigalpa”
El presidente del CCEPL fue enfático en aclarar que él no designó al personal que actualmente participa en el escrutinio especial, y que esas decisiones fueron tomadas por Nasralla, Lozano y Elvir. Por esa razón, afirmó que no asumirá responsabilidades por los problemas que hoy enfrenta el proceso electoral.
“No voy a subirme a esa ola de hacerme responsable de los enredos que tienen en Tegucigalpa. Por eso no voy a Tegucigalpa”, manifestó, marcando distancia tanto política como operativa del conflicto.
Advertencia sobre el beneficio a Libre
Contreras sostuvo que cualquier fraude electoral debe combatirse desde las mesas y con estructuras políticas sólidas, no después del escrutinio.
Aseguró que los triunfos del liberalismo en departamentos como Cortés e Islas de la Bahía fueron producto del trabajo territorial, mientras que en las zonas donde intervinieron directamente los actuales responsables de la campaña, los resultados fueron adversos.
Advirtió que el desorden y la falta de control en el CNE podrían beneficiar al partido Libertad y Refundación (Libre), que según sus cálculos podría quedarse con el gobierno con apenas el respaldo de una minoría del electorado. “El regalo de Navidad se lo va a llevar Libre, mientras el 80 % de la población los rechazó en las urnas”, señaló.
