
Washington, D.C. – El presidente estadounidense Donald Trump anunció este jueves 29 de julio una nueva estrategia arancelaria que afectará a decenas de países a partir del 7 de agosto, estableciendo un impuesto del 30 % a quienes no firmaron acuerdos comerciales con Estados Unidos, aunque otorgará reducciones a los países aliados.
El anuncio se hizo a través de una orden ejecutiva de la Casa Blanca, que establece una tarifa mínima del 15 % para países con los que EE.UU. mantiene una balanza comercial negativa. En total, más de 40 naciones figuran en esta lista, entre ellas Venezuela, Ecuador, Costa Rica y Bolivia.
“Estados Unidos era un país muerto hace un año; ahora es el más atractivo del mundo”, escribió Trump en su red social Truth Social, asegurando que estas medidas buscan fortalecer la economía nacional y reducir la dependencia extranjera.
Ganadores y perdedores del nuevo esquema
Entre los países que lograron acuerdos y consiguieron aranceles menores destacan la Unión Europea (15 %), Corea del Sur (15 %), Reino Unido (10 %) y Camboya, que bajó de 49 % a 19 %. Lesoto y Vietnam también obtuvieron reducciones considerables.
En contraste, países como Siria, Laos, Myanmar y Suiza enfrentan aranceles por encima del 39 %, tras no concretar ningún pacto comercial con Washington. Particularmente, la Casa Blanca sancionó a Suiza y Guinea Ecuatorial con tasas superiores al 30 %, sin ofrecer mayores detalles.
El caso de Canadá es distinto: pese a ser aliado histórico, enfrentará un arancel del 35 % como castigo por no “colaborar en la lucha contra el tráfico de fentanilo”, según argumentó la administración Trump.
México y Brasil, en la mira
Mientras tanto, México logró una prórroga de 90 días antes de que entren en vigor los nuevos gravámenes, tras una llamada entre Trump y la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum.
Brasil, sin embargo, fue duramente sancionado. A su arancel base del 10 %, se le sumó un 40 % adicional en represalia por el juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro, considerado un aliado político de Trump.
¿Y qué pasa con China?
En un giro inesperado, Estados Unidos y China firmaron un acuerdo temporal para reducir sus mutuos aranceles: EE.UU. bajó del 145 % al 30 %, mientras que Pekín redujo del 125 % al 10 %. Además, se eliminaron restricciones en sectores clave como el de semiconductores y tierras raras.
Ambos países continúan negociando un pacto definitivo, cuyo plazo vence el próximo 12 de agosto, aunque no se descarta una extensión.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguró que estas medidas buscan “restaurar la soberanía económica de EE.UU., atraer billones en inversión y generar empleos bien remunerados”.
Los aranceles sobre acero y aluminio (50 %) siguen vigentes, y ahora también se aplicarán a productos con alto contenido de cobre, salvo excepciones como los cátodos chilenos.