
El Atlético de Madrid logró igualar la eliminatoria en el primer minuto del partido, pero no logró concretar la remontada total ante un sólido Thibaut Courtois.
La oportunidad más clara para el conjunto blanco llegó en la segunda parte, con un penal fallado por Vinicius Júnior.
Finalmente, la tanda de penales sentenció el pase del Real Madrid, que se enfrentará al Arsenal en la siguiente fase.
Un inicio electrizante y un gol relámpago
El partido comenzó con un gol del Atlético a los 27 segundos, el segundo más rápido recibido por el Real Madrid en la historia de la Champions.
Un pelotazo de Lenglet, un mal despeje de Asensio y una rápida combinación entre Griezmann, Gallagher, Julián Álvarez y De Paul culminaron en un remate de Conor Gallagher, que desató la euforia en el Metropolitano.
Desde ese momento, el Atlético apostó por la solidez defensiva y el contragolpe, mientras el Real Madrid asumió la posesión, pero sin generar verdadero peligro en la primera mitad.
Un segundo tiempo de máxima tensión
En el complemento, el Atlético siguió amenazando con un Julián Álvarez inspirado, mientras el Real Madrid buscaba espacios sin éxito. Sin embargo, una contra comandada por Kylian Mbappé terminó en penal tras una falta de Lenglet. Vinicius Júnior tomó la responsabilidad, pero su disparo salió por encima del larguero, dejando escapar la oportunidad de evitar la prórroga.
Los minutos finales fueron de ida y vuelta, con ocasiones para ambos equipos, pero sin que ninguno lograra definir el partido antes de la tanda de penales.
La tanda de penales: un resbalón clave y la clasificación merengue
Ya en los penales, la tensión era máxima. Kylian Mbappé y Bellingham marcaron para el Madrid, mientras que Sorloth hizo lo propio para el Atlético. Sin embargo, Julián Álvarez se resbaló en su disparo, tocó el balón dos veces y su gol fue invalidado.
Con la ventaja para el Real Madrid, Fede Valverde amplió la diferencia (1-3). Correa mantuvo viva la esperanza rojiblanca con el 2-3, pero Oblak atajó el disparo de Lucas Vázquez.
Luego, Marcos Llorente estrelló su tiro en el travesaño y, finalmente, Antonio Rüdiger marcó el penal decisivo para sellar la clasificación merengue.
El Real Madrid, fiel a su esencia, volvió a sobrevivir en una noche de máxima intensidad y ahora pone la mira en los cuartos de final, donde se medirá al Arsenal en la lucha por seguir avanzando en la Champions League.