Tegucigalpa, Honduras – El abogado Oliver Erazo, apoderado legal de los docentes jubilados al Instituto Nacional de Previsión Magisterial (Inprema), denunció que el pago de las 60 rentas en vida aún no se ha cumplido plenamente, afectando a más de 14,000 maestros amparados por una sentencia de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
“Siguen dilatando el pago, poniendo miles de excusas y exigiendo información a los docentes que ya están en sus registros. Están haciendo pagos a cuenta gotas”, señaló Erazo.
El togado expresó su preocupación ante la falta de cumplimiento por parte del Inprema, enfatizando que muchos docentes han fallecido esperando recibir este derecho constitucional.
“Es lastimoso que un gobierno permita que sus maestros ancianos mueran esperando justicia constitucional y que, incluso tras una sentencia, tengan que rogar para que les paguen”, añadió.
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Retrasos y pagos parciales
Si bien algunos jubilados ya han recibido el primer desembolso de 100,000 lempiras, aún queda un número significativo de docentes pendientes de recibir este beneficio, según Erazo.
Por su parte, las autoridades del Inprema aseguran que los pagos se realizan según una programación establecida, permitiendo a los docentes jubilados solicitar el beneficio en cualquier momento.
Impacto financiero en el Inprema
El pago de las 60 rentas en vida ha generado un fuerte impacto en la estabilidad financiera del instituto. A esto se suma una reciente sentencia de la CSJ que permite a otro grupo de docentes jubilarse bajo la ley de 1980, la cual establece la posibilidad de retiro a los 50 años.
Este fallo incrementaría significativamente los compromisos financieros del Inprema. Los comisionados del instituto han indicado que están trabajando en planes para evitar la desestabilización económica de la entidad y garantizar los derechos de los jubilados.
Exigencia de justicia
Los jubilados y su representante legal esperan que en 2025 se resuelva la situación y se cumpla plenamente con el pago de las rentas.
“No se trata solo de cumplir con una obligación, sino de garantizar que los maestros que dedicaron su vida a la educación reciban lo que por derecho les corresponde”, concluyó Erazo.