Tegucigalpa, Honduras – Este 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Tegucigalpa despertó con contundentes mensajes de denuncia colgados en puentes y frente al Ministerio Público.
Los carteles reflejan el hartazgo y la desesperación de una sociedad que ve cómo los femicidios aumentan mientras la justicia permanece inalcanzable.
En Honduras, una mujer pierde la vida de forma violenta cada 36 horas.
Pese al Estado de Excepción y las promesas de las autoridades, las cifras de femicidios de enero a octubre exponen una crisis alarmante que el gobierno no ha logrado contener.
Organizaciones feministas y familiares de las víctimas alzan la voz, exigiendo acciones reales y efectivas para detener la violencia extrema contra las mujeres.
La impunidad sigue siendo el principal obstáculo para las familias, que enfrentan un sistema judicial que, hasta ahora, ha fallado en garantizar justicia y proteger la vida de las mujeres.