Rusia – El presidente ruso, Vladímir Putin, ha ordenado hoy la realización de ejercicios de las fuerzas nucleares estratégicas de Rusia, con el objetivo de ensayar el lanzamiento de misiles balísticos y de crucero.
“Hoy se llevará a cabo un nuevo ejercicio de las fuerzas de disuasión estratégica. En él se practicarán las acciones de los funcionarios en el manejo del uso de armas nucleares, incluidos los lanzamientos prácticos de misiles balísticos y de crucero”, declaró Putin durante las maniobras.
A pesar de que el mandatario ruso afirmó que su país no busca participar en una carrera armamentista, subrayó la necesidad de mantener sus fuerzas nucleares listas para cualquier eventualidad.
Asimismo, Putin destacó los avances en la modernización de la disuasión estratégica, incluyendo mejoras en los sistemas para superar defensas antimisiles, la incorporación de submarinos de propulsión nuclear a la flota naval y la renovación de los bombarderos estratégicos de largo alcance.
Rusia y su imponente arsenal nuclear
Según la Nuclear Threat Initiative (NTI), Rusia posee un arsenal nuclear que incluye aproximadamente 5.580 ojivas nucleares.
De este total, más de 1.800 son consideradas “no estratégicas”, es decir, armas nucleares tácticas, lo que convierte a Rusia en el país con la mayor reserva de este tipo de armamento en el mundo.
Las armas nucleares estratégicas, a diferencia de las tácticas, tienen un alcance significativamente mayor, pudiendo cruzar océanos y alcanzar objetivos a miles de kilómetros. Su potencia se mide en equivalencia a TNT.
Las bombas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, tenían rendimientos de 15 y 21 kilotones, lo que equivale a 15.000 y 21.000 toneladas de TNT, respectivamente.
En la actualidad, los misiles estratégicos pueden alcanzar hasta 1,3 megatones, lo que representa un millón de toneladas de TNT, con Estados Unidos poseyendo algunas de las armas más potentes del mundo.
Este último ejercicio de las fuerzas nucleares rusas subraya la importancia que Moscú sigue otorgando a su capacidad de disuasión nuclear en un escenario internacional cada vez más volátil.