Una nueva ola de covid-19 ha impactado en Honduras y la misma se pudo haber prevenido, aseguran los expertos, pero la confianza le ganó a la población que ahora enfrenta un nuevo rebrote con posibles variantes aún no confirmadas.
En ese sentido, los entendidos en la materia indicaron que la principal causa fue la relajación de la población hondureña con las medidas de bioseguridad.
En el Distrito Central, la positividad de los casos de coronavirus ya alcanza el 50 por ciento en los diferentes centros de triajes. Entre tanto, el ministro de Salud, Manuel Matheu, afirmó que, ante esta situación, la eliminación de la mascarilla está cada vez más lejos.
Por su parte, el médico internista Omar Vídea, lamentó en el programa 30/30 de TSi, que el Sistema sanitario esté desarticulado, al tiempo que afirmó que “deberían de fortalecer los centros de salud, con pruebas Covid”.
Además, afirmó la necesidad de comprar o solicitar a Estados Unidos, una donación de 4 millones de vacunas bivalentes para hacer frente al rebrote de la enfermedad.
Del 3 de diciembre a la fecha, 451 pruebas resultaron positivas, si bien estos datos solo cubren los establecimientos públicos del país, muestran como más del 80 por ciento de los caos, es decir, 384 pruebas positivas, pertenecen al Distrito Central.
Según Matheu, el rebrote es consecuencia de la flexibilidad de los hondureños ante la covid-19, y la indiferencia a las vacunas y sus refuerzos; provocando que las esperanzas de algunos de eliminar el cubrebocas se aleje.
Pero la ciudadanía debe tener claro que si se logra controlar esta ola, el fin de la pandemia estará cerca, de acuerdo con los expertos, que solo puede mitigarse única y exclusivamente con la vacunación.
La bioseguridad en estas fechas navideñas también será crucial para reducir tanto esta nueva oleada del coronavirus, que se une a la tripledemia con el virus de la Influenza y el virus sincitial respiratorio.