Washington, Estados Unidos
El Gobierno de Estados Unidos destinará 6 millones de dólares para financiar un acuerdo migratorio con Panamá, que incluye apoyo para vuelos de deportación, informaron este martes funcionarios del Gobierno de Joe Biden.
El dinero se utilizará para programas de entrenamiento y asistencia técnica a las autoridades panameñas, así como para costear los gastos de los vuelos de deportación, según indicó Luis Miranda, encargado de comunicaciones del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), en una llamada con periodistas.
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EE.UU. y Panamá firmaron ayer un memorando de entendimiento en el que el Gobierno de Biden se comprometió a cubrir el gasto de repatriación de los migrantes que llegan a Panamá para cruzar la selva del Darién, una frontera natural con Colombia utilizada por cientos de migrantes a diario en su camino hacia Norteamérica.
En la llamada, también participaron Marcela Escobari, asistente especial del presidente Biden, y Eric Jacobstein, subsecretario de Estado adjunto.
Los funcionarios no detallaron cómo se financiarán estos vuelos ni hacia qué países irán, ni estimaron cuántas deportaciones se llevarán a cabo bajo este nuevo acuerdo.
Detallaron, sin embargo, que se trata de un “programa piloto” que buscará expandir y sumar a las labores ya existentes, “pero limitadas”, de repatriación de Panamá.
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Las personas deportadas serán aquellas que no “tengan necesidad de protección internacional u otros requisitos legales” para permanecer en el país centroamericano.
La oficina del nuevo presidente panameño, quien se ha comprometido a “cerrar” el paso de migrantes por el Darién, señaló ayer que EE.UU. se comprometió a “cubrir los gastos de repatriación” de las personas que crucen irregularmente la frontera natural.
En lo que va de año, más de 195,000 migrantes han atravesado la selva, en su mayoría venezolanos, mientras que en 2023 fueron más de 520,000, una cifra inédita, según datos oficiales.
A finales del año pasado, EE.UU. extendió una licencia en las sanciones a Venezuela que permite los vuelos de repatriación de la aerolínea venezolana Conviasa desde países de la región a Caracas.
Según un informe de Human Rights Watch, las restricciones de movimiento impuestas por los gobiernos de América, promovidas por EE.UU., han forzado a miles de personas a tomar rutas más peligrosas, incluida la travesía por el Darién.
La gran mayoría de las personas que cruzan de Colombia a Panamá son de Venezuela, país que enfrenta la mayor crisis humanitaria del continente, con más de siete millones de personas que han dejado el país en los últimos años, según datos de gobiernos y agencias de la ONU.
Más de veinte países del continente, incluidos EE.UU., México y Panamá, han impuesto visados a los venezolanos, provocando un aumento de las rutas irregulares por tierra hacia territorio estadounidense.