Ciudad de Panamá, Panamá
Los mandatarios de Ecuador, República Dominicana, Costa Rica, Honduras y Paraguay han confirmado su asistencia a la toma de posesión del presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, que se celebrará el próximo 1 de julio, según informó este martes un representante del Gobierno panameño.
“Al momento tenemos confirmaciones por escrito de Paraguay, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador y Honduras. Estoy confiado en que llegarán muchas más confirmaciones de jefes de Estado y de Gobierno de aquí al primero de julio”, afirmó Miguel H. Lecaro, coordinador de la transmisión de mando presidencial del Gobierno saliente, en una entrevista con EFE.
Lecaro también mencionó la posible asistencia del rey de España, Felipe VI. Aunque aún no se ha recibido una nota oficial, expresó su confianza en que el monarca asistirá al evento.
Después de reunirse con representantes de los medios de comunicación para coordinar la cobertura de la investidura en el centro de convenciones Atlapa, Lecaro adelantó que se invitó al evento a 75 países, especialmente aquellos que tienen representación diplomática en Panamá o donde Panamá tiene representación diplomática.
“Estoy seguro de que habrá representación de 65 países, lo cual es un buen porcentaje, aunque no todos serán jefes de Estado y de Gobierno”, añadió Lecaro.
Entre otros representantes confirmados que no son jefes de Estado o de Gobierno, Lecaro mencionó a Rebeca Grynspan, secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), y a Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, en representación de México.
Tras las elecciones del pasado 5 de mayo, el presidente saliente de Panamá, Laurentino Cortizo, y el presidente electo, José Raúl Mulino, se reunieron el 3 de junio para iniciar oficialmente el proceso de transición hacia el próximo Gobierno, que comenzará el 1 de julio.
Mulino, un exministro de 64 años, ha declarado que las prioridades de su administración serán reactivar la economía para generar empleos y enfrentar la crisis de uno de los subsistemas de pensiones del seguro social ante el riesgo inminente de quedarse sin fondos.