Tegucigalpa, Honduras
En un emotivo hito para los comerciantes del mercado San Isidro de Comayagüela, la concreción de su anhelado sueño de contar con un espacio digno para sus actividades comerciales ha comenzado a tomar forma. Esta semana marcó el inicio de los trabajos de demolición de las antiguas instalaciones, dando paso a la construcción de una moderna plaza de ventas, respaldada por una inversión de alrededor de 120 millones de lempiras por parte de la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC).
El proyecto, dirigido por el alcalde Jorge Aldana, tiene como objetivo proporcionar a los adjudicatarios un entorno propicio para dinamizar sus negocios y contribuir al resurgimiento del centro histórico de la ciudad gemela. La construcción, programada para concluir en un plazo de un año, pretende ofrecer condiciones dignas a los vendedores, atrayendo así a más clientes y estimulando la economía local.
Los trabajadores municipales ya se encuentran inmersos en la creación de las bases del nuevo edificio, materializando la visión de un espacio comercial moderno y funcional. Este avance ha despertado emociones entre los comerciantes, quienes han esperado pacientemente durante 12 años para ver materializado su deseo de contar con un nuevo local.
Mientras se lleva a cabo la construcción, los comerciantes continúan operando en los alrededores del sitio, invitando a la población a seguir apoyando a los pequeños negocios locales. Keydi Fúnez, una vendedora del lugar, expresó su gratitud hacia el alcalde Aldana y alentó a los compradores a visitar el mercado San Isidro, destacando la apertura de puertas y la presencia de proveedores cercanos.
Ante el hacinamiento y la incomodidad que caracterizaban las antiguas instalaciones, el nuevo centro de ventas se erige como una solución integral. Con una extensión de 6,226.24 metros cuadrados distribuidos en dos niveles, el mercado albergará 617 locales comerciales, así como una zona de baños públicos con duchas y otras mejoras. El tercer nivel se destinará como cuarto eléctrico, asegurando un diseño funcional y eficiente.
La distribución de los puestos se ha planificado minuciosamente, con 317 en el primer nivel y 300 en el segundo. Cada puesto, con un área promedio de dos metros cuadrados, se organizará por módulos, facilitando la compra de artículos de uso general. Además, se garantizará la comodidad de los visitantes con pasillos de dos metros de ancho y módulos de baños públicos en cada nivel.
En cuanto a la logística, se establecerá una zona de carga y descarga en el exterior para no interferir con el tránsito vehicular. La fachada del mercado estará orientada hacia la sexta avenida de Comayagüela, ofreciendo una perspectiva moderna y accesible.
El proyecto también incluye características adicionales, como una plaza a doble altura, un montacarga, gradas metálicas, garitas de seguridad, mezanine, una oficina administrativa y una cuidadosa planificación de las instalaciones hidrosanitarias y eléctricas.
Como parte del proceso de construcción, se realizaron actividades de reubicación de los vendedores que ocupaban los alrededores del mercado, garantizando así el acceso sin obstáculos para la maquinaria.
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