Nueva York, Estados Unidos
En el quinto día del juicio contra el expresidente Juan Orlando Hernández en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, el cuarto testigo de la Fiscalía, el traductor Manuel Prado, fue objeto de intensos cuestionamientos.
Prado, con 35 años de experiencia como intérprete, reveló su método de traducción como “Word of mouth”, basado en la difusión verbal de información. Confirmó trabajar también en la preparación de transcripciones de grabaciones de audio y video.
La fiscal Elinor Tarlow presentó a Prado como perito, certificando que revisó videos, audios y mensajes de texto relacionados con el caso. El traductor detalló haber dedicado aproximadamente 350 horas al caso, facturando 70 dólares por hora.
Sin embargo, la defensa destacó un error ortográfico en la carpeta relacionada con el hermano del expresidente, Juan Antonio “Tony” Hernández, donde aparecía “Hernandes” en lugar de Hernández. Tras una moción de anulación concedida, el abogado defensor, Raymond Colon, criticó al perito por no corregir el error, a lo que Prado argumentó considerar el nivel educativo del autor al evaluar estos documentos.
El cuestionamiento continuó con la fiscal interrogando sobre cambios ortográficos, y Prado admitió haber encontrado errores y defendió la adaptación según el nivel educativo del autor. El testimonio del traductor concluyó entre debates sobre la precisión y la necesidad de correcciones, destacando la complejidad de la traducción en el contexto del juicio.
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