Tegucigalpa, Honduras
Bajo el programa de reducción de población carcelaria impulsado por la “Mesa de Desinternamiento,” conformada por la sociedad civil y el gobierno hondureño, se liberaron 800 reclusos en 2023, y se anticipa que 1,200 más recuperarán su libertad en 2024, según el magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Mario Díaz.
El programa surgió como respuesta a incidentes en diversos centros penitenciarios del país. Honduras cuenta con 26 cárceles distribuidas en diferentes regiones, albergando a una población carcelaria cercana a los 22 mil reclusos. El enfoque del programa es permitir que ciertos reclusos, que cumplen con requisitos específicos, obtengan la libertad.
Entre los requisitos destacan haber cumplido la prisión preventiva, cumplir el período para la libertad condicional y tener un diagnóstico de enfermedad terminal. Actualmente, 800 personas han sido beneficiadas bajo estos criterios, según el magistrado Díaz, quien también informó sobre un censo para identificar a los beneficiarios de estas medidas en 2024.
Aunque se cuenta con un censo y mapeo de los reclusos beneficiados, su liberación será gradual, ya que algunos aún deben cumplir meses adicionales de prisión para satisfacer los requisitos mencionados.
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