Guaimaca, Francisco Morazán
Un pequeño ocelote, de apenas unos días de nacido, que perdió a su madre debido a la caza furtiva, fue rescatado en Guaimaca por la organización Rescata, Adopta y Ama (ARI), la cual se encargó de entregarlo al Instituto de Conservación Forestal (ICF) para su atención y cuidado.
ARI dio a conocer en sus redes sociales que encontraron al felino la semana pasada, deambulando en una zona boscosa, y de inmediato solicitaron la colaboración de las autoridades del ICF para asegurar el bienestar del ocelote.
El llamado de ARI tenía como objetivo evitar que el “bebé indefenso, separado de su mamá”, se impronte, es decir, que se acostumbre demasiado al contacto humano, poniendo en riesgo su capacidad de adaptarse a la vida salvaje.
El ICF, un día después de recibir la solicitud de ayuda, anunció en su página de Facebook que el ocelote ya estaba bajo su cuidado y posteriormente fue entregado al Comando de Apoyo al Manejo de Ecosistemas y Ambiente (C-9) de las Fuerzas Armadas.
“Con la colaboración de la comunidad regalamos esperanza a estos seres que mantienen vivos a nuestros bosques”, expresó el ICF, destacando la importancia de preservar la vida de estos felinos que desempeñan un papel crucial en el equilibrio ecológico.
Según la revista científica Scientia Hondurensis, el ocelote (Leopardus pardalis) es uno de los cinco felinos registrados en Honduras. Entre 2006 y 2013, se registraron avistamientos de ocelotes en 78 ocasiones mediante cámaras trampa, principalmente en áreas protegidas como la reserva biológica Rus-Rus de Gracias a Dios, la biosfera Río de Plátano, y los parques nacionales de Pico Bonito y La Tigra.
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