Ginebra, Suiza
Una nueva vacuna contra el dengue que utiliza una innovadora técnica que no produce anticuerpos ha sido probada con éxito en voluntarios de la ciudad suiza de Lausana, según anunció el Centro Universitario de Medicina General y Salud Pública de la ciudad (Unisanté), responsable de las pruebas.
La vacuna PepGNP-Dengue, producida por la firma biotecnológica con sede en Reino Unido Emergex, no se basa en la habitual generación de anticuerpos (algo que en algunos casos puede aumentar la gravedad de esta enfermedad), sino en la inducción de una inmunidad celular a través de una modificación de los linfocitos-T.
Estos linfocitos-T son precisamente células con la función de eliminar a otras infectadas por el virus y evitar con ello que éste se replique.
En los primeros tests han participado 26 voluntarios de entre 18 y 45 años, vacunados en 2021 y después cada seis meses, unas inoculaciones tras las cuales se han mostrado resultados positivos, según el estudio que ha sido publicado en la revista especializada The Lancet eBioMedicine.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi la mitad de la población mundial vive en zonas con riesgo de dengue, y este ya alto porcentaje podría aumentar con el cambio climático, que aumenta el hábitat del mosquito aedes aegypti, transmisor del virus.
En los últimos años se reportan con frecuencia casos en países no endémicos como los europeos, aunque por ahora muchos de estos contagios son importados, es decir, proceden de personas que han viajado a países donde el dengue sí es común.
En octubre del año pasado la OMS recomendó una primera vacuna contra el dengue, desarrollada por la farmacéutica japonesa Takeda y basada en una versión debilitada del virus causante de la enfermedad.
La infección por el virus del dengue suele producir síntomas similares a los de la gripe (fiebre alta, dolores de cabeza, dolores oculares y musculares, náuseas, vómitos…), pero en algunas ocasiones puede evolucionar a cuadros graves de la enfermedad, el temido “dengue hemorrágico”.
El número de casos diagnosticados anualmente se ha multiplicado por diez, desde apenas medio millón en 2000 a 5,2 millones en 2019, aunque estudios médicos estiman que podría haber 390 millones de infecciones anuales, muchas de ellas asintomáticas. EFE