En los últimos 50 años, ha habido una disminución de más del 50% en la cantidad de espermatozoides en hombres en todo el mundo, lo que ha generado interrogantes entre los investigadores sobre las posibles causas.
La contaminación, las PFAS (sustancias químicas ambientales), otras toxinas en alimentos y agua, el aumento de la obesidad y enfermedades crónicas, e incluso la amplia presencia de teléfonos móviles.
Un reciente estudio se enfocó en el impacto de los teléfonos móviles y reveló que los hombres de 18 a 22 años que afirmaron usar el teléfono más de 20 veces al día tenían un 21% más de riesgo de tener un recuento global de espermatozoides bajo.
Además, tenían un 30% más de riesgo de tener una concentración baja de espermatozoides en un mililitro de semen.
El estudio no especificó si estos hombres llamaban o enviaban mensajes de texto, o si utilizaban sus teléfonos para ambas actividades.