Nueva York, 3 de octubre de 2023 — Moody’s Investors Service (Moody’s) afirmó hoy las calificaciones de emisor y senior no garantizado a largo plazo en moneda local y extranjera del Gobierno de Honduras en B1. Las perspectivas se mantienen estables.
La afirmación de la calificación está impulsada por las perspectivas de continuidad de la política que preservará la sólida posición fiscal de Honduras en comparación con sus pares con calificaciones similares y promoverá el desarrollo económico. La opinión de Moody’s es que el marco fiscal a mediano plazo del país, que ha llevado a déficits fiscales moderados y métricas de deuda estables, probablemente se preservará en el contexto de una Línea de Fondo Ampliada (SAF) y una Línea de Crédito Ampliada (ECF) de tres años recientemente aprobadas.) acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La decisión de afirmar la calificación también refleja la expectativa de Moody’s de que, preservando la solidez fiscal del país, las autoridades hondureñas implementarán políticas que busquen promover el desarrollo económico y la reducción de la pobreza.
La perspectiva estable refleja la expectativa de Moody’s de que persistirá el equilibrio entre las restricciones de calificación de Honduras y las fortalezas crediticias subyacentes. El bajo desarrollo económico, un marco institucional débil y riesgos políticos internos recurrentes son restricciones crediticias de larga data, que se compensan con una posición fiscal comparativamente sólida y un crecimiento económico constante. La opinión de Moody’s es que es probable que este equilibrio se mantenga inalterado durante el transcurso del horizonte de perspectivas.
El techo en moneda local se mantiene sin cambios en Ba1, tres niveles por encima de la calificación soberana. El techo en moneda local de Ba1 refleja una huella promedio del gobierno en la economía, una previsibilidad y confiabilidad relativamente débiles de las instituciones, un riesgo político y desequilibrios externos moderados y una dependencia promedio de una única fuente de ingresos común.
El techo de moneda extranjera se mantiene sin cambios en Ba3, dos niveles por debajo del techo de moneda local para reflejar el nivel moderado de endeudamiento externo de la economía, la apertura limitada de la cuenta de capital y la menor efectividad general de las políticas.
JUSTIFICACIÓN DE LAS CALIFICACIONES
JUSTIFICACIÓN DE LA AFIRMACIÓN DE LA CALIFICACIÓN EN B1
LA CONTINUIDAD DE LAS POLÍTICAS AYUDARÁ A PRESERVAR UNA SÓLIDA POSICIÓN FISCAL Y PROMOVER EL DESARROLLO ECONÓMICO RESPALDADO POR EL NUEVO PROGRAMA DEL FMI
La posición fiscal relativamente sólida de Honduras está respaldada por un marco de políticas de mediano plazo que prioriza la sostenibilidad de la deuda y reglas fiscales que establecen límites a los déficits gubernamentales. La evaluación de Moody’s de la fortaleza fiscal de Honduras equilibra niveles de deuda moderados y un marco fiscal sólido con una alta proporción de deuda denominada en moneda extranjera que ronda el 55% de la deuda del gobierno general. En 2018-19, con asistencia técnica del FMI, el gobierno fortaleció su marco de política fiscal y emprendió un esfuerzo de consolidación fiscal que resultó en modestos superávits fiscales y ayudó a estabilizar la deuda del gobierno general en alrededor del 45% del PIB. El shock asociado a la pandemia tuvo un impacto negativo considerable en las cuentas fiscales, lo que llevó a un déficit cada vez mayor que llegó a 4. 7% del PIB en 2020 y llevó la deuda pública a alrededor del 55% del PIB. Posteriormente, el ratio de deuda disminuyó, estabilizándose en alrededor del 50% del PIB (por debajo de la mediana del 54% del PIB para los soberanos con calificación B), respaldado por un crecimiento sólido y una subejecución presupuestaria durante el primer año de la administración actual.
Para 2023, Moody’s proyecta un déficit fiscal moderado del 2,6% del PIB y una carga de deuda del 51% del PIB, impulsado por una mayor ejecución del gasto de capital y un crecimiento más débil de los ingresos. A partir de 2024, Moody’s espera que los déficits se reduzcan gradualmente y la carga de la deuda se estabilice, respaldados por una política fiscal prudente y continua por parte de las autoridades y un crecimiento constante del PIB de entre el 3% y el 4% anual.
Moody’s espera que el gobierno avance reformas que, una vez implementadas, podrían generar espacio fiscal adicional que permita aumentar el gasto social y la inversión en infraestructura, en línea con los objetivos establecidos en el acuerdo firmado con el FMI. En septiembre de 2023, el FMI y Honduras acordaron un programa de tres años del SAF/ECF por valor de 822 millones de dólares que, según las autoridades, impulsará las políticas necesarias para fortalecer la resiliencia económica y abordar los obstáculos estructurales para impulsar el crecimiento inclusivo. El programa se basará en: (a) una trayectoria de ajuste fiscal gradual respaldada por reformas que crearán espacio financiero para aumentar el gasto social y de capital, preservando al mismo tiempo la sostenibilidad de la deuda; (b) políticas monetarias y cambiarias que apoyen la desinflación, fortalezcan la resiliencia externa, y preservar la estabilidad macroeconómica; y (c) reformas estructurales que fortalecerán la gobernanza, combatirán la corrupción y mejorarán la resiliencia de la economía al cambio climático.
La decisión de afirmar la calificación de Honduras incorpora implícitamente la opinión de Moody’s de que la voluntad y la capacidad de las autoridades para cumplir los objetivos que se establecerán en el programa anclarán el perfil crediticio soberano.
JUSTIFICACIÓN DE LAS PERSPECTIVAS ESTABLES
SALDO CONTINUADO ENTRE RESTRICCIONES DE CALIFICACIÓN DE LARGA DURACIÓN Y FORTALEZA CRÉDITO SUBYACENTE
La perspectiva estable refleja la expectativa de Moody’s de que persistirá el equilibrio actual entre las restricciones de calificación de Honduras y las fortalezas crediticias. La calificación de Honduras está limitada por restricciones estructurales de larga data, que incluyen niveles relativamente bajos de desarrollo económico y riqueza, instituciones débiles y riesgos políticos internos recurrentes. Estas condiciones, a su vez, se equilibran con una posición fiscal comparativamente sólida y un crecimiento económico relativamente estable.
La economía hondureña es pequeña, con un PIB nominal de 31.700 millones de dólares en 2022 y un bajo nivel de desarrollo económico. Honduras es uno de los países más vulnerables del mundo a los desastres climáticos, incluidas sequías y huracanes. La economía depende en gran medida de una entrada estable de remesas de trabajadores extranjeros (alrededor del 25% del PIB) que sustentan el consumo interno, y de las exportaciones agrícolas y de maquila (textiles). Con 6.832 dólares en 2022, el PIB per cápita en términos de paridad de poder adquisitivo fue el más bajo de América Latina, muy por debajo de la mediana de 10.899 dólares para los soberanos con calificación B, con una tasa de pobreza de alrededor del 50%. En los cinco años anteriores a la pandemia, el crecimiento promedio anual del PIB real fue del 3,8%. Tras un fuerte repunte pospandemia, la economía se expandió un 4% en 2022, Moody’s espera que el crecimiento se modere hasta situarse entre el 2,0% y el 3%. 0% en 2023-24. De cara al futuro, estimamos que el crecimiento potencial podría acercarse al 4% si las reformas estructurales se implementan con éxito.
El débil marco institucional de Honduras limita la calificación soberana y se evidencia en las bajas clasificaciones del país en los puntajes del Indicador Mundial de Gobernanza, que reflejan una débil efectividad general del gobierno, estado de derecho y control de la corrupción.
Una historia de agitación política ha afectado recurrentemente el desempeño económico general del país. En enero de 2022, Xiomara Castro, del Partido Libre, de centro izquierda, asumió la presidencia después de más de una década de gobierno del conservador Partido Nacional. La polarización política sigue siendo alta, con relaciones polémicas entre la oposición y los partidos gobernantes, lo que restringe la capacidad del gobierno para implementar medidas políticas clave pendientes, que incluyen propuestas de reforma tributaria, aumento del gasto social y esfuerzos para reducir la corrupción.
FUENTE: https://www.moodys.com/research/Moodys-affirms-Honduras-B1-ratings-maintains-stable-outlook-Rating-Action–PR_480354
