La nueva ley de Ron DeSantis, gobernador de Florida, entró en vigor este sábado 1 de julio aumentando la preocupación de miles de inmigrantes.
La estricta legislación endurece las penas para los ciudadanos que ingresen de forma ilegal a personas extranjeras a Florida.
Según la ley de DeSantis, un “coyote” podría enfrentar sentencias de hasta cinco años de prisión o una multa de cinco mil dólares por personas que haya ingresado al estado.
“Exige a las empresas con al menos 25 empleados verifiquen el estado inmigratorio de los trabajadores en una base de datos federales llamada E-Verify, y crea sanciones para los empleados que a sabiendas den trabajo a extranjeros no autorizados”, detalla la ley.
La polémica ley dota de 12 millones de dólares al programa de vuelos de migrantes, que envía desde Florida a unos 50 indocumentados a Massachusetts.
“Contempla sanciones penales para las personas que oculten, alberguen, transporten o protejan a quienes entraron de forma ilegal a Estados Unidos”, se indicó.
La parte más controvertida de la ley de uno de los candidatos presidenciales republicanos es obligar a los hospitales a solicitar información sobre el estatus migratorio.