Las acciones están acompañadas de órdenes de captura contra cabecillas e integrantes activos de una estructura criminal que de forma indiscriminada han venido extorsionando a diferentes rubros económicos, dijo el portavoz de la Dipampco, Mario Fú.
De igual manera, la organización es investigada por cometer delitos de lavado de activos y asociación para delinquir.
“Miembros activos de esta banda criminal independiente movían millones de lempiras por concepto de extorsión por instrucciones de nueve cabecillas de la organización que permanecen recluidos en diferentes centros penales del país, incluyendo los de máxima seguridad”, aseguró Fú.
El vocero de la Dipampco indicó también que los líderes de la banda ordenaban desde las cárceles la ejecución de atentados armados en contra de víctimas a quiénes les exigían el pago de extorsión.
De acuerdo con la Dipampco y el Ministerio Público, la banda criminal se dedica a extorsionar a propietarios de comercios de diferentes rubros, “a los que han intimidado y amenazado mediante el uso de la violencia y con lo que han acumulado capitales ilícitos, plenamente identificados”.
Víctimas de extorsión
Las principales víctimas de la extorsión de esta agrupación independiente han sido dueños de negocios ubicados en ciudades de Santa Rosa de Copán, Copán; La Ceiba, Atlántida; y de Tegucigalpa, Francisco Morazán, y zonas aledañas como San Juancito y La Venta.
Los extorsionadores “mantenían atemorizada a las personas afectadas, causando temor para que estos accedieran al pago exigido, el cual regularmente lo hacían a través de transferencias y transacciones directamente desde un celular y billeteras electrónicas”, indicó el Ministerio Público en un comunicado.
Algunos de los casos documentados datan del año 2014, según la Fiscalía hondureña.
En la Operación Maya participan, además, efectivos de la Dirección de Fuerzas Especiales, Policía Nacional, Dirección de Inteligencia Policial, Dirección Policial de Investigación, Dirección Nacional de Seguridad al Transporte Urbano.