San Salvador, El Salvador
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha hecho una sorprendente oferta de intervención para abordar el creciente problema de violencia en Haití. Ante la escalada de hechos violentos en Puerto Príncipe, Bukele expresó en su cuenta de X (antes Twitter) que su país podría solucionar la situación. Sin embargo, aclaró que esto requeriría una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, el consentimiento de Haití y que todos los gastos de la misión fueran cubiertos.
Las recientes semanas han visto un recrudecimiento de la violencia en la capital haitiana, desencadenada por la fuga de 4,500 reclusos de la principal prisión de la ciudad. Jimmy Chérizier, alias ‘Barbecue’, uno de los líderes criminales más destacados de Haití, ha amenazado con sumir al país en una “guerra civil” a menos que el primer ministro Ariel Henry renuncie.
Haití se enfrenta a una crisis de seguridad, con al menos 200 pandillas operando y controlando el 80% del territorio. La situación ha llevado al gobierno al borde del colapso. Aunque la ONU había aprobado una misión multinacional liderada por Kenia para apoyar la seguridad en el país, la nueva oferta de intervención de El Salvador ha añadido un elemento inesperado a la situación.
El Salvador ha estado bajo un régimen de excepción durante dos años, implementado por Bukele para combatir las pandillas. Aunque ha logrado una reducción significativa en los índices de violencia, la medida ha sido objeto de críticas por parte de organizaciones de derechos humanos, que señalan violaciones a los derechos fundamentales y detenciones arbitrarias.
Bukele, conocido por su enfoque de mano dura contra la criminalidad en El Salvador, ha impulsado medidas controvertidas, suprimiendo derechos constitucionales y de asociación. A pesar de la reducción de la violencia, las políticas de Bukele han generado preocupaciones sobre el respeto a los derechos humanos y el estado de derecho en El Salvador.
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