La empresa de logística Latin Cargo ha puesto en alerta al proceso electoral hondureño al anunciar su reconsideración para continuar con el contrato de transporte de material electoral, siempre que se garanticen “condiciones y veeduría”, según declaró su gerente comercial, Phill Ávila.
El retiro temporal de la firma del proceso adjudicativo por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) generó una fuerte señal de preocupación sobre la capacidad logística para los próximos comicios.
Latin Cargo detalló que cuenta con más de 60 unidades listas para el simulacro y más de 400 vehículos adicionales listos para cumplir con la distribución y retorno del material electoral –desde el país hasta los municipios–, bajo un contrato que implica transporte pesado, almacenamiento y logística extendida.
El motivo de la suspensión del proceso fue la falta de comunicación con el CNE, la ausencia de reuniones donde se definirían los pormenores, y el retraso en los plazos adjudicativos. Latin Cargo denunció que el cronograma se había visto alterado, lo que pone en riesgo el cumplimiento del servicio electoral.
La empresa exigió además garantías específicas, como el pago adelantado del 50 % y la garantía de que las empresas anteriores que prestaron el servicio recibieran sus compensaciones pendientes. Esa exigencia se traduce en una demanda de transparencia, veeduría pública y cumplimiento contractual antes de retomar su participación.
Este episodio evidencia la fragilidad del proceso logístico electoral en Honduras y pone sobre la mesa el papel clave de proveedores como Latin Cargo en asegurar que las elecciones se desarrollen dentro del cronograma previsto. Ahora, con la reconsideración de Latin Cargo condicionada a garantías claras, el CNE deberá responder pronto para evitar mayores trastornos en la organización de los comicios.



