
París, Francia. Un audaz robo ocurrió la mañana del domingo 19 de octubre en el Museo del Louvre, uno de los recintos culturales más importantes del mundo, cuando un grupo de ladrones sustrajo joyas de valor histórico y patrimonial incalculable en la Galería Apolo.
El incidente se produjo cerca de las 9:30 a.m., y duró apenas siete minutos, tiempo suficiente para que los delincuentes forzaran una ventana y escaparan en motocicletas.
Las autoridades francesas informaron que los visitantes fueron evacuados y el museo permanecerá cerrado por 24 horas para preservar la escena del crimen y recolectar evidencia que permita dar con los responsables.
Un golpe cuidadosamente planificado
Según explicó Laurent Nuñez, titular del Ministerio del Interior, los ladrones ingresaron al Louvre utilizando un montacargas instalado sobre un camión y forzaron la ventana con una amoladora angular. Participaron entre tres y cuatro individuos, quienes actuaron de manera coordinada y experta.
“Es evidente que el lugar había sido previamente estudiado. Fue un equipo muy experimentado que ejecutó un plan meticulosamente calculado”, señaló Nuñez.
El ministro aseguró que, pese a la magnitud del robo, no se reportaron heridos y confió en que las investigaciones permitirán recuperar las piezas robadas en el corto plazo.

Joyas de Napoleón III y la emperatriz Eugenia
Las piezas sustraídas pertenecen a la colección de la corona francesa, incluyendo joyas que pertenecieron a Napoleón III y su esposa, la emperatriz Eugenia.
Posteriormente, medios locales como Le Parisien confirmaron la recuperación parcial de la corona de la emperatriz Eugenia, que cuenta con 1,354 diamantes y 56 esmeraldas, aunque con daños. Se informó además que una segunda joya fue recuperada, aunque su identidad aún no se ha revelado.
Reacción de autoridades y contexto histórico
La ministra de Cultura, Rachida Dati, señaló que se está elaborando un inventario completo de las piezas robadas. “Más allá de su valor en el mercado, estas joyas tienen un valor patrimonial e histórico incalculable”, afirmó.
Por su parte, el alcalde del Centro de París, Ariel Weil, calificó el robo como un hecho excepcional y cuidadosamente planeado, recordando únicamente el famoso robo de la Mona Lisa en 1911 como antecedente de gran repercusión histórica.
Las investigaciones continúan bajo estricta vigilancia policial, con la esperanza de que la rapidez y planificación del atraco no logren evitar que los responsables sean capturados y las joyas regresen al museo, símbolo mundial de arte y cultura.