La ciudad de Tapachula, al norte de México, alberga a miles de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos, en busca del llamado ‘sueño americano’, entre ellos la hondureña, Yamilet Medina.
La catracha huyó de Honduras junto a sus cuatro hijos de 15, 12, 10 y 2 años, respectivamente, tras sufrir amenazas de un grupo delincuencial.De acuerdo a los detalles brindados, fue asaltada y tuvo que salir con lo que tenía puesto.
Ahora está varada en el territorio mexicano, donde pensó que podría proteger a su familia de los pandilleros, pero no imaginó que su realidad sería otra.Según cuenta a un medio de comunicación, no le han dado oportunidad de presentar su caso ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
Entre lágrimas, explicó que estar en Tapachula ‘es duro’ y ‘difícil’ porque sus hijos le piden comida y no tiene como solucionar sus problemas.En la actualidad viven en situación de calle mientras logra cruzar a Estados Unidos, “nosotros pedimos a las autoridades mexicanas que nos ayuden a avanzar, porque está en peligro mi vida y la de mis hijos; nosotros estamos en la ciudad deambulando, sin dinero y sin lo necesario para permanecer en esta ciudad”, declaró.
Cabe destacar que los hondureños no pueden salir de esta entidad, por políticas solo pueden estar en Arriaga, Escuintla, Pijijiapan y San Cristóbal.
Por su parte, el presidente del Colegio Nacional de Abogados de Inmigración y derechos humanos A.C., José Giraldo Galdámez, indicó que “lo que están haciendo ahora es, con la Forma Migratoria Múltiple, los agarran y ya no los traen a la estación migratoria Siglo XXI, los van dejando en los pueblos, distribuyendo a los migrantes en los pueblos en Tonalá, Pijijiapan y Arriaga, es decir, en toda la costa de Chiapas”.
La estación migratoria de Tapachula es la más grande del mundo, ya que recibe a personas de Asia, Latinoamérica y de demás países.