Arizona, Estados Unidos – La victoria de Donald Trump como presidente de Estados Unidos ha generado un renovado interés entre las milicias civiles que patrullan la frontera con México.
En Arizona, grupos como Arizona Border Recon han reactivado sus actividades, ofreciendo colaborar con la nueva administración en la vigilancia fronteriza y el control del flujo migratorio desde el primer día de gobierno.
Tim Foley, fundador y líder de Arizona Border Recon, expresó su optimismo ante el cambio político. “Tengo la esperanza de que la nueva Administración Trump nos llame y podamos ayudarlos”, afirmó en declaraciones a EFE. Este grupo, integrado por veteranos de guerra y civiles armados, ha operado durante 14 años en la región, aunque su actividad había disminuido en los últimos dos años.
Con el triunfo de Trump, Arizona Border Recon retomó su presencia pública, compartiendo videos en redes sociales donde se muestra a sus integrantes patrullando el desierto con armas de alto calibre y atuendos camuflados. Foley asegura que desde entonces, han recibido múltiples solicitudes de civiles interesados en unirse al grupo.
“No nos consideramos una milicia porque nuestro propósito no es derrocar al gobierno, sino defender nuestro país. Somos un grupo de civiles con habilidades útiles para asegurar la frontera”, explicó. Según Foley, su labor consiste en identificar a migrantes en el desierto y alertar a la Patrulla Fronteriza, con especial atención a casos de mujeres y niños en riesgo de ser traficados.
Un pasado de polémicas
La presencia de milicias civiles en Arizona tiene una larga y controvertida historia. En la década del 2000, grupos como el Proyecto Minutemen y patrullas lideradas por figuras como Roger Barnett ganaron notoriedad, aunque también enfrentaron denuncias por abusos y violaciones de derechos humanos.
El Proyecto Minutemen, que realizaba operativos de vigilancia armada, prácticamente desapareció con el tiempo, pero observadores no descartan que resurja en el actual contexto político.
De igual forma, organizaciones como Veterans Patrol (VOP), señalada como extremista por el Southern Poverty Law Center, han manifestado su interés por colaborar con la administración entrante.
Preocupaciones por derechos humanos
Activistas y organizaciones de derechos civiles han expresado su preocupación por el incremento de actividades de estos grupos. Isabel García, directora de la Coalición de Derechos Humanos de Arizona, advirtió sobre el riesgo de violaciones a los derechos de migrantes y posibles ataques a grupos humanitarios.
“Con la victoria de Trump, estas milicias sienten que tienen permiso para actuar sin restricciones. Nos preocupa que puedan colaborar con agencias federales y que los derechos civiles de las comunidades migrantes y humanitarias sean vulnerados”, señaló.
Por su parte, Thomas Homan, designado por Trump como el encargado de supervisar la frontera, destacó el interés de los civiles armados, a quienes describió como “buenos patriotas” dispuestos a apoyar los esfuerzos por asegurar la frontera.
Mientras tanto, organizaciones civiles trabajan para documentar posibles abusos y proteger a las comunidades afectadas por las operaciones de estas milicias en el vasto desierto de Arizona.