
Tegucigalpa, Honduras.- El trasplante capilar se ha convertido en una de las cirugías estéticas más buscadas en el mundo, especialmente por hombres que enfrentan la pérdida de cabello.
Sin embargo, alrededor del procedimiento aún circulan mitos, siendo el dolor uno de los principales temores de quienes consideran someterse a esta técnica.
¿Qué dicen los especialistas?
De acuerdo con dermatólogos y cirujanos capilares, el trasplante de cabello se realiza bajo anestesia local, lo que significa que durante la cirugía el paciente no debería sentir dolor. “El procedimiento es ambulatorio y, aunque puede resultar incómodo por las horas que dura, no es una cirugía dolorosa”, señalan especialistas consultados.
Lo que sí puede ocurrir es que, en los días posteriores, el paciente experimente molestias leves como inflamación o sensibilidad en el cuero cabelludo, síntomas que suelen controlarse con analgésicos recetados por el médico.
Mitos frecuentes sobre el trasplante capilar
Entre los mitos más comunes está la idea de que se trata de una cirugía “insoportable” o que la recuperación es larga y complicada. En realidad, la mayoría de pacientes puede retomar sus actividades normales en pocos días, siempre siguiendo las recomendaciones médicas.
Otro mito es que el trasplante deja cicatrices visibles. Con las técnicas más modernas, como la FUE (Extracción de Unidades Foliculares), las marcas son mínimas y prácticamente imperceptibles.
La experiencia del paciente
Personas que se han sometido a este procedimiento en clínicas de Honduras y el extranjero coinciden en que la incomodidad principal es la duración de la cirugía, que puede extenderse entre 4 y 8 horas. Sin embargo, la mayoría describe la experiencia como “más molesta que dolorosa” y destacan que los resultados valen la pena.
En conclusión, el trasplante capilar no es una cirugía indolora al 100%, pero tampoco es tan dolorosa como muchos creen. Con anestesia, cuidados adecuados y un especialista certificado, el procedimiento es seguro y cada vez más accesible.